El asalto policial a la mansión en Nueva Zelanda del creador del portal de descargas Megaupload, Kim Dotcom, acusado por Estados Unidos de piratería informática, fue una operación "deplorable" por su dureza, ha denunciado este viernes su abogado.

Paul Davison, letrado del informático, ha señalado durante una vista en el Tribunal Supremo de la ciudad de Auckland que examina la actuación de la Policía para detener a Dotcom y a varios directivos de la empresa el pasado enero, que fue "un operativo deplorable por incompetente, inapropiado, duro en extremo, inhumano y enteramente innecesario".

Según la televisión neozelandesa, el abogado ha asegurado que los agentes que intervinieron en la operación derribaron la puerta de la casa, apuntaron con sus armas a los empleados domésticos y les obligaron a salir del edificio después de preguntar dónde estaban escondidas armas y bombas.

Unas imágenes emitidas por el canal neozelandés '3News' muestran a varios efectivos de las fuerzas especiales que descienden de un helicóptero y corren hasta la casa mientras un convoy de vehículos policiales se aproxima al lugar.

El abogado ha destacado durante la vista que los agentes trataron a la esposa de Dotcom, por entonces embarazada, de forma inhumana al impedirle que cuidara en esos momentos de sus hijos, que se hallaban en otra estancia de la casa.

En defensa del operativo policial, el jefe la Agencia Contra el Crimen Organizado y Económico, Grant Wormand, ha indicado que el asalto se planeó así para asegurar detenciones rápidas y la protección de las pruebas para inculpar a Dotcom.

El pasado miércoles, en la primera de las tres sesiones dedicadas por el tribunal a revisar el asalto a la vivienda, la Policía sostuvo que actuó de esa forma dado que Dotcom estaba armado, era peligroso y había amenazado con matar.

Dotcom declaró el día anterior ante el mismo tribunal que la Policía se extralimitó en el uso de la violencia durante su detención y que recibió "patadas y puñetazos".

Las autoridades estadounidenses atribuyen a Megaupload haber causado más de 500 millones de dólares (408 millones de euros) en pérdidas a la industria del cine y de la música al transgredir los derechos de autor y obtener con ello unos beneficios de 175 millones de dólares (142 millones de euros).