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Geocaching, la gincana del siglo XXI

Ahora para buscar un tesoro no hacen faltas mapas como en las novelas de Stevenson. Basta con un GPS y olfato de detective.

Cachés ocultos en Zaragoza
Cachés ocultos en Zaragoza

¿Quién no ha escondido un objeto para gastar una broma a un amigo? Esta es la premisa del geocaching, un juego que consiste en encontrar objetos escondidos con la ayuda de un GPS. Ya no vale esconderlos debajo de la cama o entre los cojines del sofá. Bosques, montañas o calles son los lugares escogidos para ocultar “tesoros”


Con unas coordenadas como única pista y con el afán aventurero como bandera cada vez son más las personas que practican esta actividad. Estos detectives salen a la calle o a la montaña provistos de su sistema GPS, en busca de un objeto escondido como una piedra preciosa en medio de la nada. No son necesarios los mapas de las novelas de piratas, tan solo un pequeño aparato electrónico para encontrar el tesoro.


Esta peculiar gincana nació en la costa oeste de Estados Unidos en el año 2000 a través de la web Geocaching y en España cada vez gana más adeptos. Incluso muchos ayuntamientos han realizado actividades animando a sus vecinos a salir a la calle a encontrar objetos.

El método

El mecanismo es muy fácil. Tan solo es necesario registrarse en la web y poner lalocalización para saber si existe un caché (escondite) cercano por descubrir. Lugares como la Puerta del Carmen, la plaza de los Sitios o el Puente de Piedra tienen en estos momentos un “tesoro” escondido.


Estas cajas ocultas son utilizadas en muchos casos para promover la cultura de un lugar, un monumento o un personaje histórico. Libros, información o fotografías se esconden esperando la llegada de un buscador que las encuentre. Sin embargo son los pines, pegatinas, canicas o pequeños muñecos los objetos más utilizados.


Una vez descubierto el caché, el buscador puede apuntar su nombre en el bloc de notas que tiene en su interior o añadir un nuevo objeto que esperará a un nuevo aventurero. Por su parte otros usuarios prefieren utilizar su ingenio para esconder lo mejor posible su caja. Estos deberán inspeccionar regularmente el escondite para mantenerlo oculto.


A pesar de la dificultad de algunos hallazgos, hay personas que encuentran los cachés sin querer. Para ellos también hay una nota en cada caja explicando lo que han encontrado. Los muggles –sí, el mismo termino utilizado en la saga Harry Potter para denominar a los no magos- conocerán de esta forma el geocaching y tal vez se enganchen a la modalidad.


En Aragón existen más de 600 tesoros

En estos momentos existen 618 cachés escondidos por todo Aragón. El primer objeto fue oculto en el 2003 y está situado junto a los ibones de Arnales en la zona de Panticosa. Se trata de otra excusa más para desde lo alto de Ibon "disfrutar de las fantásticas vistas", explica la ficha técnica del caché. Por otra parte el último tesoro oculto en Aragón, el 10 de junio, se sitúa en un dolmen de Ibirque, en Sabiñanigo.


Desde pistas sencillas, como las coordenadas, hasta enigmas que se van complicando cuando vas llegando al caché. Diferentes alicientes para este juego que permite una excursión a la montaña con la familia o una mirada curiosa en la vuelta a casa.