Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Biografías de calcio

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Mandíbula desgastada de un legionario romano
mandíbula
IMLA

Salvador Baena matiza que «en anatomía médica aprendemos las similitudes de un fémur en general y en antropología debemos buscar las diferencias que lo singularizan del resto de fémures humanos». Los huesos son un excelente registro plástico para deducir la edad de un sujeto, la causa de su muerte e incluso qué comía. El tipo de actividad se determina por «la valoración morfológica en la superficie del hueso, en los lugares donde se insertan los tendones de los músculos». Son los llamados marcadores de estrés músculoesquelético. «Los legionarios romanos presentaban osificación muy marcada de la inserción en el calcáneo del tendón de Aquiles. Se produce por caminatas muy largas en terrenos irregulares y sobrecarga de peso». Estos esforzados romanos no solo caminaban una media de 30 kilómetros diarios, sino que portaban cargas de 40 kilos. Además, «presentaban un gran desgaste dental por bruxismo, generado por el estrés de las batallas». En la actualidad, la tensión en la mandíbula se manifiesta por problemas en el trabajo o de la vida en general. La imagen más gráfica del miedo que sentían es, para el odontólogo forense Jesús Obón, «la oclusión forzada de los maxilares de un torero en el callejón, mientras espera al toro».