En cinco años, nuestra forma de relacionarnos con quienes están lejos cambiará por completo. Interfaces 3D nos permitirán interactuar en tiempo real con hologramas de amigos o colegas de trabajo. Las cámaras 3D y holográficas se miniaturizan con la idea de integrarlas en el móvil. ¿El objetivo? Conseguir un chat holográfico, cercano a una verdadera telepresencia en 3D. Emulando al ojo humano, la técnica utiliza la luz dispersada por un objeto para reconstruir una imagen de dicho objeto. Así, en lugar de ver un vídeo plano, las imágenes de personas que se encuentran al otro lado del mundo se proyectarán fuera del móvil, como si estuvieran a nuestro lado.

Los investigadores de IBM trabajan también en nuevas formas de visualizar datos en 3D, útiles para diseñar edificios, programar, simular la propagación de enfermedades o visualizar tendencias en Twitter.

Pero no se pierde de vista que, dentro de cinco años, con imágenes en 3D y ‘streaming’ de vídeo dentro y fuera de los teléfonos, los proveedores de red necesitarán nuevas tecnologías para evitar el colapso. Ya se está en ello. IBM ha introducido un nuevo proceso de fabricación de chips que promete significativos avances de rendimiento. Así que se podrá estar conectado con los amigos, navegar por la web y ver vídeos simultáneamente.