Tercer Milenio

En colaboración con ITA

También inorgánicos

None

Nanotubos de óxido de titanio, al microscopio electrónico
nanotubos inorgánico
INSTITUTO DE CARBOQUíMICA

No solo el carbono es capaz de formar nanoestructuras de forma cilíndrica, también se pueden crear nanotubos de materiales inorgánicos que presentan propiedades muy interesantes y con múltiples aplicaciones tecnológicas.


La Fundación Europea de Ciencia ha identificado este como un tema candente y, bajo la iniciativa COST, se desarrolla el proyecto COINAPO. Su objetivo es el desarrollo de nuevos materiales compuestos de nanotubos inorgánicos y polímeros, así como el establecimiento de vínculos para la transferencia de conocimientos a la industria europea. Comenzó en 2009 y se prolongará hasta 2013. Hace poco más de un mes se celebró en Zaragoza, en el Instituto Tecnológico de Aragón, la primera reunión.


En el Instituto de Carboquímica, el grupo de Nanoestructuras de Carbono y Nanotecnología desarrolla nanotubos de óxido de titanio a los que se busca aplicación específica en tres áreas: fotocatálisis medioambiental, células solares económicas, y superficies autolimpiables y autoesterilizables.


DEPURADORAS URBANAS

Los nanotubos de óxido de titanio se emplean en depuradoras urbanas para evitar algo que ocurre en las actuales instalaciones biológicas: si entra en ellas un producto no biodegradable, mata las bacterias de la depuradora y dejan de funcionar. Si añadimos óxido de titanio, este divide el agua en dos partes, una de ellas con radicales hidroxilo, tan oxidantes que son capaces de acabar con los productos no biodegradables, con lo que se consigue depurar las aguas.


CÉLULAS SOLARES MÁS EFICIENTES

Las células solares convencionales de silicio son, en términos energéticos, muy caras de fabricar: en algunos casos no llegarán a producir nunca la energía que se ha empleado para crearlas, lo que no resulta eficiente. Por el contrario, las placas de óxido de titanio tienen la ventaja de que son más fáciles de producir y más baratas, al ser el titanio es muy abundante en la corteza terrestre y estar en forma de óxido de titanio. Estas placas funcionan imitando la fotosíntesis de las plantas. El titanio solo es capaz de captar un 5% de la radiación solar, la que corresponde al ultravioleta, por lo que se le añade un colorante orgánico capaz de aprovechar la radiación en el visible, aumentando el rendimiento. Al recibir la luz, se excita un electrón que pasa a la banda de conducción del óxido de titanio y sale de la placa, creando una corriente eléctrica.


SUPERFICIES AUTOLIMPIABLES

¿Imaginas una superficie autolimpiable y autoesterilizable con tan solo iluminarla? Si se deposita hollín sobre una superficie que contenga nanotubos de óxido de titanio, basta con iluminarla para que la mancha se descomponga en dióxido de carbono y agua. La superficie queda limpia porque el óxido de titanio, un material semiconductor, al recibir la energía electromagnética de una determinada longitud de onda se vuelve capaz de oxidar todo material que se ponga en contacto con él. Así, si es una bacteria la que osa depositarse sobre el óxido de titanio, moriría al iluminarlo porque se oxidaría la pared de la célula. Este mismo método, aplicado a la ropa, hace que baste poner la prenda al sol para que se limpie.


MEJORES LUBRICANTES

También en el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) se trabaja en la búsqueda de aplicaciones útiles para la industria de nanotubos inorgánicos y otras nanoestructuras. Una de estas aplicaciones se basa en materiales que reducen los coeficientes de fricción, es decir, al añadir una pequeña cantidad de estos materiales a un lubricante, se reduce mucho más la fricción que con el lubricante solo. La fricción tiene una gran importancia en multitud de procesos y en todo tipo de máquinas, por lo que reducirla tiene múltiples aplicaciones industriales.