Tercer Milenio
En colaboración con ITA
La jaula de Faraday
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Realmente, la jaula de Faraday no tiene que ser totalmente cerrada. Puede ser un autobús con ventanas o una malla (una red metálica). La clave está en la longitud de onda de la señal electromagnética. Si la longitud de onda es mucho más grande que la ventana, la onda no cabe por ella. Pero si la longitud de onda es mucho más pequeña que la ventana, sí que cabe por ella.
Una jaula de Faraday aísla de los campos eléctricos (y, por tanto, de los electromagnéticos), tanto en un sentido como en el otro. Félix Ares propone un sencillo experimento casero para comprobar que la jaula no deja entrar las ondas electromagnéticas externas. Los teléfonos móviles son un emisor y un receptor de ondas de radio, que son electromagnéticas. “Vamos a envolver nuestro móvil en un papel de periódico y vamos a hacer una llamada a su número. Enseguida oiremos la señal de llamada. El papel de periódico no impide el paso de la onda de radio y oímos el sonido del teléfono dentro. A continuación, envolvamos el teléfono con papel de aluminio -el de envolver bocadillos-. Bien cerrado, que no quede ningún agujero. Ahora llamamos y no oímos la llamada. La onda de radio no llega al teléfono. El papel de aluminio ha hecho de jaula de Faraday”.
PARA SABER MÁS:
Salón Volta. El taller de la electricidad en el Kutxa Espacio de la Ciencia de San Sebastián. Punto 6. Cámara aislante. Punto 7. Rayos en acción.