La Guardia Civil y la Consejería de Medio Ambiente han cerrado la "Operación Aire", dirigida a controlar el combustible utilizado en calderas de calefacción industrial, que ha supuesto 208 inspecciones en instalaciones industriales de Castilla y León y 46 denuncias administrativas.

De todas las inspecciones realizadas, la Guardia Civil ha comprobado que en 11 de ellas, las empresas no cumplían con la normativa al utilizar combustible no autorizado, según el balance facilitado hoy por la Subdelegación del Gobierno en Soria.

La Guardia Civil y la Consejería de Medio Ambiente han intensificado durante marzo en Castilla y León los servicios de vigilancia e inspección en instalaciones industriales susceptibles de utilizar como combustible de calefacción restos de biomasa tratada con pintura, barnices, plásticos y otras sustancias utilizadas en la agricultura y la automoción como los aceites quemados.

Durante el desarrollo de la campaña se han realizado en la Comunidad diez reuniones de coordinación.

La incineración de este tipo de combustible, que está prohibida por la normativa de residuos, provoca emisiones muy contaminantes con importantes repercusiones tanto en la salud de las personas, como al medio ambiente.

La "Operación Aire" se ha saldado en la provincia de Soria, según estas mismas fuentes, con 28 inspecciones y siete denuncias administrativas.

Además ha permitido localizar una instalación industrial que utilizaba combustibles no autorizados.

De las siete denuncias administrativas, tres de ellas han sido por infracciones a la Ley 6/2014 de Industria de Castilla y León y las otras cuatro a la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos contaminados.