El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha emplazado a los líderes de Podemos y Ciudadanos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, respectivamente, a trabajar juntos los tres para formar un gobierno de cambio y echar a Mariano Rajoy.

"Merece la pena levantar los vetos cruzados y trabajar para poner en marcha el gobierno de cambio que merece este país", ha dicho Sánchez durante su intervención en un mitin electoral en Bilbao.

El secretario general del PSOE ha admitido que es necesario formar Gobierno en España y con "urgencia", pero "un gobierno limpio y decente y eso no lo puede garantizar Mariano Rajoy".

Sin esperar al incierto resultado de las elecciones vascas y gallegas, Pedro Sánchez ha dado un paso adelante y ha anunciado que intentará formar un gobierno alternativo al PP, que su socio natural, Pablo Iglesias, ha acogido con un gráfico "aleluya" y Ciudadanos ha rechazado por "inviable".

Fuentes de la dirección del PSOE habían adelantado que Sánchez presentará formalmente esa propuesta en el Comité Federal del partido del próximo 1 de octubre, en el también abogará por mantener el voto negativo a una hipotética nueva investidura del líder del PP, Mariano Rajoy.

Junto a esta negativa, Sánchez propondrá al máximo órgano del PSOE entre congresos intentar formar un gobierno "alternativo" para evitar la convocatoria de terceras elecciones generales.

Pese a ello, todas las miradas están puestas en Podemos y en Pablo Iglesias, que ha celebrado la disposición de Sánchez con un "aleluya" y ha confiado en que "ojalá" sea posible formar ese Ejecutivo.

En cualquier caso, Iglesias ha advertido de que, para que ese gobierno sea posible, Sánchez tendrá que hablar tanto con Podemos como con los partidos nacionalistas e independentistas representados en el Congreso.

Iglesias descarta de forma tajante incluir en esa ecuación a Ciudadanos, a la que no ha dudado en llamar la "filial naranja del partido azul", el PP. "Solo hay una opción" de un gobierno alternativo al del PP, ha insistido Iglesias, que ha admitido no obstante que ve "difícil y complicado" cerrar un pacto como el que él plantea porque supondría pactar con CDC, una formación que ha admitido que no le gusta, y con ERC, que le gusta más, además de con el PNV.

Quien se ha descartado de principio para ese acuerdo ha sido el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que rechaza de plano "por inviable" apoyar un Gobierno del PSOE con el apoyo de sólo 85 escaños en la Cámara baja.

"Un gobierno de 85 escaños, con división interna, dependiente de 44 partidos, es inviable. Ningún político debería anteponer su silla a España", ha alertado Rivera, en referencia a la lucha por el liderazgo en el PSOE.

Escepticismo también del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que, incluso antes de conocer las intenciones de Pedro Sánchez, ya advertía de que gobernar con 85 escaños, los partidos independentistas y "toda la extrema izquierda española" es una opción "absolutamente disparatada".

Rajoy reconoce que la "aritmética" parlamentaria permitiría el gobierno

Y ello, a pesar de que Rajoy reconoce que la "aritmética" parlamentaria permitiría ese gobierno de la izquierda y los independentistas.

Rajoy ha insistido en que "no sería bueno" que en España hubiese terceras elecciones, pero ha reconocido que "las cartas están echadas"; sólo basta que el PSOE se abstenga para que su gobierno sea posible con 170 votos.

Además de Podemos, otro de los hipotéticos socios del PSOE en ese gobierno alternativo sería el Partit Demócrata Catalán (PDC), la antigua CDC.

Su portavoz en el Congreso, Francesc Homs, ha dejado claro que no tiene cerrado ningún acuerdo con el PSOE aunque tampoco cree que sea posible "puesto que las discrepancias son muy conocidas", en especial por la oposición de Sánchez a la convocatoria de un referéndum soberanista en Cataluña.

Exigencia que también reitera ERC para apoyar ese hipotético gobierno alternativo a Mariano Rajoy. Fuentes de la formación republicana han avanzado que ERC ni se ha movido ni se moverá de sus condiciones para negociar una hipotética investidura de Pedro Sánchez.

A saber, derogar las leyes "retrógradas" del gobierno del PP, dar un impulso a las políticas sociales y convocar un referéndum "a la escocesa" en Cataluña en el plazo de un año.

Desde el PNV, el candidato a lendakari, Íñigo Urkullu, se ha mostrado dispuesto a pactar con el PP o el PSOE "siempre y cuando se tengan en cuenta las necesidades del País Vasco" y ha negado tener "preferencias" o "favoritismo" hacia uno u otro partido.