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Un autocuidado erróneo del acné puede dejar marcas y huellas que deriven en otras enfermedades de especial gravedad

El acné es una de las enfermedades inflamatorias cutáneas más frecuentes en la población.

Las rutinas antiacné ayudan a controlar los brotes y verse mejor el rostro.
Las rutinas antiacné ayudan a controlar los brotes y verse mejor el rostro.
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Un autocuidado erróneo del acné puede dejar marcas y huellas que deriven en otras enfermedades de especial gravedad, según ha señalado Pilar Fernández, directora del Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería (CGE), en el webinar 'Acné: diagnóstico, tratamiento y cuidados en las distintas edades', celebrado con la colaboración de CeraVe, para destacar la importancia de realizar un buen cuidado e higiene de la piel para prevenir y tratar el acné en diferentes edades.

"Esta formación sirve para incidir en la importancia de la enfermería como promotoras de la salud, porque las enfermeras, como profesionales más cercanos a los pacientes, tenemos la obligación de informar y formar a las personas en todas las cuestiones vinculadas a su salud, prestando especial atención a la adecuación de esos cuidados en todas las etapas de la vida y en todas las edades de la misma", ha señalado.

En concreto, ha continuado recordando la labor de los profesionales de enfermería en el cuidado de la piel, "que es en muchos casos desconocido por la población"; y ha lamentado que se les reste importancia "sin tener en cuenta las graves consecuencias y el alto impacto que puede llegar a tener un inadecuado cuidado, especialmente en el tratamiento del acné, donde un autocuidado erróneo puede dejar marcas y huellas que deriven en otras enfermedades de especial gravedad".

El acné es una de las enfermedades inflamatorias cutáneas más frecuentes en la población. Casi el 70% de los adolescentes lo padecen y el 30% de las mujeres y el 7% de los hombres lo sufren en la veintena. Además, se trata de una patología que tiene una afectación emocional y psicológica muy fuerte, pudiendo llegar a derivar en problemas de salud mental como la depresión.

Durante hora y media de formación, expertas en la materia han hablado de los cuidados de la barrera cutánea y, en concreto, de los diversos tipos de acné que podemos encontrar en distintas edades y etapas de la vida, donde "las mujeres adultas pueden llegar hasta un 50% de prevalencia, y no es hasta después de la menopausia donde estos datos disminuyen de forma más significativa", explica Teresa Truchuelo, dermatóloga del Hospital San Rafael, en Madrid.

Estas expertas además han enfatizado en los diferentes tratamientos y herramientas que transmiten a los pacientes para hacer un correcto abordaje de esta patología, donde enfermería cuenta con un papel esencial educando en salud y potenciando el autocuidado de los pacientes.

"El acné es una de las enfermedades inflamatorias cutáneas más frecuentes que tenemos en la consulta de Dermatología y tiene un impacto muy importante para la calidad de vida de los pacientes porque muchos lo sufren en silencio. En ocasiones los pacientes le restan importancia a la enfermedad y esto les hace no trasladar sus dudas a la consulta, pero realmente esta patología tiene una gran afectación emocional y psicológica en quienes la padecen, y esto justifica totalmente el tratamiento del mismo", apunta la dermatóloga.

El acné es una enfermedad de la glándula pilosebácea. Que se compone de los siguientes pilares, como son un exceso de producción de grasa, una obstrucción folicular y una presencia bacteriana que juega un papel fundamental en esta patología inflamatoria.

Estos elementos no son exclusivos de la adolescencia, como culturalmente se ha creído. El acné puede afectar a ambos sexos en diferentes edades de la vida. "El adolescente puede llegar a unas frecuencias de un 70% o incluso más porcentaje de afectación. Es cierto que, aunque va disminuyendo con la edad, el acné en la mujer adulta presenta unos porcentajes también muy altos", sigue Truchuelo.

Asimismo, "en la pubertad puede presentarse de forma más severa, intensa y con lesiones más cicatriciales, sin embargo, en el caso de la mujer y el hombre adulto también afecta con lesiones molestas y dolorosas o persistentes e inflamatorias, en el caso de las mujeres, donde puede empeorar a lo largo del ciclo menstrual o impactando incluso en sus relaciones sociales".

Abordaje y tratamientos

Asimismo, han recordado que es importante recalcar que el acné no se produce por una falta de higiene en las diferentes zonas corporales donde puede manifestarse. "Es crucial explicar que hay que tener una correcta higiene dos veces al día, por la mañana y por la noche, sin realizar una fricción excesiva para no conseguir un efecto contrario al deseado. Para tratar el problema del acné al paciente hay que educarle y concienciarle sobre los correctos cuidados que debe seguir con el objetivo de empoderarle y así obtener los resultados esperados", ha explicado Carolina Lázaro, enfermera de Dermatología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, en Madrid.

El abordaje enfermero en el cuidado del acné es muy amplio. No solo hacen promoción de la salud, sino también educan al paciente para potenciar el autocuidado y hacerle partícipe, protagonista y autónomo en los mismos. "Una vez diagnosticado, el paciente acude a la consulta enfermera para afianzar los conocimientos sobre el tratamiento pautado", añade la enfermera.

En ocasiones, afirma, "los pacientes salen atorados de las consultas y no saben qué pasos seguir. Las enfermeras les dejamos que se expresen, que planteen sus dudas y comenzamos el abordaje. Corregimos pautas, hábitos de limpieza, les aconsejamos sobre los mejores productos que pueden usar Nosotras reforzamos la información, empoderamos al paciente y ofrecemos esa educación sanitaria para que el paciente sea independiente de sus propios cuidados".

Además, en el abordaje del acné hay que tener en cuenta que influyen otros factores más allá de la higiene. "Hay que estudiar cada caso en particular. Hay pautas que valen para todo el mundo, como es la correcta higiene, el uso de protección solar o una correcta dieta y alimentación. Pero, por ejemplo, en el caso de los hombres, los cuidados son más específicos. A la hora del afeitado siempre les recomendamos que lo hagan si es absolutamente necesario, ya que traumatiza mucho la piel acneica. En ese caso deben ablandar la barba con agua tibia y deben intentar hacerlo con maquinilla para evitar cortes", puntualiza Lázaro.

Otro de los aspectos esenciales en el tratamiento del acné es que la limpieza se adecúe a cada tipo de piel para optimizar los resultados. "Lo primero es saber que no todos los granos son acné, es decir, hay otro tipo de lesiones que se pueden confundir. A su vez, cuando estamos ante un acné, este puede ser de distintos tipos. Incluso podemos presenciar un acné de tipo neonatal, que se caracteriza por su desaparición de forma espontánea en la preadolescencia".

También está el acné caracterizado por una explosión hormonal o el que depende de la carga genética de cada paciente, donde su expresividad es totalmente variable. Tanto en adolescentes, como en hombres o mujeres el acné puede llegar a estar relacionado con otras patologías relacionadas con la piel. Hay ciertos casos donde sería necesaria la realización de algún estudio para descartar que debajo no haya alguna patología endocrinológica subyacente", explica la dermatóloga Truchuelo.

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