Una ecografía evita complicaciones graves en bebés de riesgo

Médicos españoles prueban que un estudio Doppler en la última fase del embarazo puede reducir a la mitad los ingresos en la UCI de los recién nacidos.

Una persona embarazada, en una imagen de archivo.
Una persona embarazada, en una imagen de archivo.
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Un ensayo clínico de los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu de Barcelona ha demostrado en 11.500 embarazadas de bajo riesgo que añadir un estudio Doppler de la circulación fetal en la última ecografía puede reducir a la mitad las complicaciones que requieren el ingreso en la UCI de los bebés que vienen con algún riesgo. El estudio, publicado en The Lancet, permite mejorar la capacidad actual de identificar los casos de mayor riesgo y adoptar soluciones que eviten al recién nacido complicaciones graves.

La ecografía Doppler permite examinar la circulación sanguínea por el cordón umbilical y el cerebro del feto (el llamado ratio cerebro-placentario o RCP), y detecta que la placenta ya no funcione tan bien al final del embarazo. Se le llama insuficiencia placentaria y puede derivar en problemas de falta de oxígeno en el bebé cuando aparecen contracciones del útero, lo que supone una de las causas de riesgo que puede acabar con el recién nacido en la UCI.

Por eso los investigadores sostienen que detectar la insuficiencia placentaria "es clave", porque se puede valorar acabar el embarazo al llegar al término de la gestación (37 semanas) "y reducir las complicaciones neonatales graves o incluso evitarlas".

Hasta ahora, esta prueba solo se realizaba "en embarazos con problemas", precisa el Sant Joan de Déu en un comunicado publicado este viernes. Los médicos se plantearon la posibilidad de extender el estudio Doppler a la ecografía de tercer trimestre de todos los fetos, con independencia del peso fetal estimado. Según sus cifras, aplicando la ecografía Doppler se podrían evitar 1.150 complicaciones graves, teniendo en cuenta que en España se registran unos 330.000 partos al año (cifras de 2022).

Seis países

"El estudio ha demostrado por primera vez que, al añadir el RCP a todos los fetos en la ecografía de tercer trimestre, se conseguía detectar a aquellos bebés en riesgo de presentar complicaciones y de requerir ingreso en UCI, con independencia de cuál fuera su peso al nacer. La inducción al parto de los fetos que presentaban signos de insuficiencia placentaria permitió reducir a la mitad las complicaciones que requirieron el ingreso del bebé en la UCI", señalan los autores del estudio, que destacan la relevancia de estos resultados al representar "un avance para refinar la detección de embarazos de riesgo y prevenir complicaciones neonatales graves".

El ensayo, denominado RATIO37 y que se ha llevado a cabo durante seis años y en seis países diferentes (España, México, Chile, República Checa, Polonia e Israel), ha sido dirigido por Francesc Figueras, jefe del servicio de Medicina Fetal del Hospital Clínic, y Eduard Gratacós, director de BCNatal, del Clínic y el Sant Joan de Déu.

Los investigadores recuerdan que las complicaciones graves en bebés en embarazos de bajo riesgo son muy raras (menos del 1%), "pero cuando suceden son muy traumáticas para las familias".

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