Juan Fueyo, neurooncólogo: "Los virus pueden generar una infección en los tumores y activar el sistema inmune"

El experto confía en un aumento de la supervivencia oncológica gracias a la medicina de precisión y la inmunoterapia.

Juan Fueyo, neurólogo del centro oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas
Juan Fueyo, neurólogo del centro oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas
J. Diges/EFE

El investigador Juan Fueyo cree que ha llegado el momento de acabar con el silencio en torno al cáncer. El científico, profesor del departamento de Neurooncología del MD Anderson Cancer Center de Houston -uno de los centros más prestigiosos del mundo- y miembro de la Academia Americana de Neurología, cree que aboliendo la mordaza que existe sobre la enfermedad, como hizo su admirada Susan Sontag, se puede desbrozar el camino para que lleguen nuevos tratamientos, que a su entender pasan por la medicina de precisión y la inmunoterapia.

Junto a su mujer, Candelaria Gómez-Manzano, Fueyo trabaja para crear virus manipulados genéticamente que acaben con las células cancerosas. "Los virus pueden atacar los tumores sólidos para generar una infección y activar una respuesta del sistema inmunológico. El problema es que nuestras defensas reconocen el cáncer como algo propio del cuerpo, de modo que permanece invisible. Pero si infectamos el tumor y se produce una inflamación el sistema inmune es capaz de detectarlo y despliega un ataque", asegura el científico.

La viroterapia, que ya se usa en Japón, Canadá y Estados Unidos contra algunos tumores del cerebro, está siendo experimentada por Marta Alonso, de la Clínica Universitaria de Navarra, que ha aplicado el virus Delta 24 para combatir los cánceres cerebrales infantiles. "Ya ha acabado un ensayo en fase 1 que ha publicado en 'The New England Journal of Medicine' y ahora está tratando de hacer un estudio de fase 2 multicéntrico".

Autor de 'Cuando el mundo se detiene. Cáncer: del mito a la esperanza' (Ediciones B), Fueyo observa noticias esperanzadoras sobre el cáncer como el hecho de que en los años 70, en Estados Unidos, había tres millones de supervivientes, una cifra que se espera se multiplique hasta los 30 millones en 2024.

No solo los virus están llamados a desempeñar un papel crucial en la lucha contra la enfermedad. También las bacterias juegan un papel primordial en el sistema inmune. "Tenemos bacterias en el intestino que son responsables, entre otras cosas, de lo que se llama el psicobioma. Mucha de la serotonina que usan nuestras neuronas está producida por estos microorganismos, lo que demuestra que hay una interacción continua entre lo que es el microbioma y el cuerpo humano. Si pudiéramos conseguir que las bacterias trabajaran conjuntamente con la inmunoterapia, se lograría un gran paso hacia adelante. El problema es que se requiere una cantidad de datos enorme que es preciso procesar, para lo cual será necesario el concurso de la inteligencia artificial".

Para el investigador, las dos grandes revoluciones terapéuticas son la inmunoterapia y la medicina de precisión. La combinación del uso de inhibidores químicos y la inmunoterapia ofrece resultados prometedores, aunque sobre esta alianza se cierne una sombra. "Los tratamientos basados en la activación del sistema inmune son carísimos y no siempre el precio está completamente justificado. Por ejemplo, el precio de las células quiméricas T es muy elevado, es casi tan caro como un trasplante de médula ósea. En Estados Unidos lo paga el paciente, pero es que en España lo abona el sistema público y al final puede acabar generando bancarrotas".

Cambio climático

Pese a las buenas noticias, la OMS pronostica un crecimiento exponencial del cáncer, del orden del 60% debido, entre otras causas, al cambio climático, que ocasionará más casos de tumores de piel, intestino y pulmón, a causa de la destrucción de la capa de ozono, la ingesta de microplásticos (predicción que todavía hay que verificar) y la contaminación. ¿Cómo hacer frente a este tsunami? La respuesta es sencilla: entre el 40% y el 50% de los casos de cáncer se pueden prevenir prescindiendo del tabaco y el alcohol, siguiendo una dieta equilibrada asociada al ejercicio y protegiéndonos del sol.

El experto tiene confianza en que en un futuro no muy lejano se destierren la cirugía y los tratamientos agresivos, como la quimioterapia y la radioterapia, del arsenal de tratamientos. "Algunas mujeres que se enfrentan a mastectomías tienen que tomar decisiones como qué músculo va a ser seleccionado para reemplazar el pecho que les han quitado. Es una terapia que hay que superar ya mismo. Debemos investigar no solo para disponer de mejores tratamientos, sino también para mejorar la calidad de vida de los pacientes".

Para tener un conocimiento exhaustivo de las enfermedades oncológicas hay que eliminar los sesgos de género y raciales en la investigación. Según Fueyo, en EE UU muchos estudios se basan en la población blanca. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión