La OMS mantiene la investigación del origen de la covid pese a las trabas de China

Los científicos denuncian que las autoridades del país asiático, molestas por los informes del organismo, impiden la recopilación de datos.

La directora técnica de covid-19 de la OMS, Maria Van Kerkhov, en una foto de archivo.
La directora técnica de covid-19 de la OMS, Maria Van Kerkhov, en una foto de archivo.
E.P.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene la investigación sobre el origen de la covid-19 pese a la falta de colaboración de las autoridades chinas. "Debemos dejar perfectamente claro que la OMS no ha abandonado el estudio de los orígenes de la covid. No lo hemos hecho. Y no lo haremos", afirmó ayer Maria van Kerkhove, epidemióloga de la organización, para salir al paso de una información de Nature que anunciaba el fin de los trabajos de la OMS. La prestigiosa revista científica citaba a la propia Van Kerkhove, que aseguraba que "no hay segunda fase" (de la investigación) porque "la política ha obstaculizado" la labor de los científicos.

La epidemióloga aclaró que la OMS sigue planeando "múltiples misiones" tanto a China como a otros lugares para realizar "varios tipos de estudios". "Necesitamos conocer los orígenes de los animales sospechosos, información sobre el comercio de animales salvajes, los mercados...", dijo ayer Van Kerkhove en la sede de la OMS, en la ciudad suiza de Ginebra. "Vamos a continuar con el estudio para saber cómo empezó esta pandemia. Es muy importante y crucial. Tenemos que seguir presionando hasta que obtengamos la respuesta", corroboró, por su parte, el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

La información de Nature fue desmentida vehementemente por los altos cargos de la organización sanitaria, pero las voces que critican la actitud de China suenan más altas que nunca. Los investigadores lamentan los obstáculos que durante todo el proceso ha puesto el país asiático, que, según cuentan, no ha cumplido los compromisos que adquirió con la OMS. La primera misión internacional, en enero de 2021, culminó con un informe, publicado en marzo de ese año, que incluía la hipótesis de que el virus se hubiera escapado del Instituto de Virología de Wuhan, un laboratorio de alta seguridad que trabaja con coronavirus. El texto aseguraba que era "extremadamente improbable" que un accidente en el laboratorio hubiera abierto la puerta del SARS-CoV-2 y consideraba que el escenario más factible era que el virus se propagara de los murciélagos a las personas, posiblemente a través de una especie intermedia, pero la simple mención al instituto indignó a los funcionarios chinos, que si antes no habían colaborado activamente, a partir de ese momento se dedicaron a poner todo tipo de trabas a la OMS.

En julio de 2021, la organización detalló las características de la segunda fase, que se planteaba como la definitiva. Los planes incluían la evaluación del mercado de animales salvajes de Wuhan, sus alrededores y las granjas que le suministraban material, y también auditorías de los laboratorios de la zona que identificaron por primera vez el virus. Pero China rechazó de plano la propuesta de la OMS, con los argumentos de que no contaba con el visto bueno de todos los Estados miembro y de que no debía centrarse en suposiciones que se consideraban "extremadamente improbables", usando las palabras de la organización.

Las reticencias chinas encajan con el clima de gran desconfianza entre las dos grandes potencias. En el inicio de la pandemia, a principios de 2020, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vinculó el virus al laboratorio de Wuhan. En mayo de ese año, la OMS anunció que indagaría el origen de la pandemia y aunque el Gobierno de Xi Jinping permitió los trabajos de los científicos, la misión siempre fue considerada como sospechosa por las autoridades chinas.

Demasiado tiempo

Tedros Adhanom Ghebreyesus ha asegurado en varias ocasiones que la investigación se ha visto frenada por la falta de datos brutos sobre los primeros días de propagación del virus en Wuhan. Los investigadores querían atrapar murciélagos en las regiones fronterizas de China, aspiraban a realizar estudios experimentales que ayudasen a limitar el número de animales que pueden ser huéspedes y pidieron acceder a los análisis archivados de aguas residuales y muestras de sangre de finales de 2019 y principios de 2020, pero siempre se han encontrado con el no de China. Ahora creen que ha transcurrido demasiado tiempo para recopilar la información.

La organización había planteado las investigaciones del origen del virus "no para buscar culpables", dijo en julio de 2021 el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, sino para comprender cómo el coronavirus infectó por primera vez a las personas y de esta forma prevenir futuros brotes. El presidente de la OMS dijo ayer que hace "siete semanas" envió una carta a un "alto funcionario" de China "pidiendo cooperación". "Necesitamos cooperación y transparencia y la información que pedimos para saber cómo empezó esto. Así que les aseguro que seguiremos persiguiendo hasta que obtengamos la respuesta", zanjó.

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