Los bebés y niños pequeños deben evitar las bebidas de arroz, según el libro 'Dieta y cáncer'

"Los niveles de arsénico detectados en este cereal lo hacen desaconsejable para lactantes y niños pequeños", señalan los investigadores Julio Basulto y Juanjo Cáceres

Las bebidas de arroz están desaconsejadas para bebés y niños pequeños.
Las bebidas de arroz están desaconsejadas para bebés y niños pequeños.
Pixabay

El cáncer de pulmón es el que presenta una mayor tasa de mortalidad en España. Aunque el tabaquismo (tanto activo como pasivo) es el causante de entre el 85 y el 90% de los cánceres de pulmón, hay otros factores que pueden provocarlo, como la exposición a ciertas sustancias químicas de origen industrial, como el amianto, el gas mostaza, el cloruro de vinilo, etcétera.

De entre los factores dietéticos posiblemente implicados en este cáncer, el único que ha mostrado pruebas convincentes, según el Fondo Mundial para la Prevención del Cáncer (WCRF, según sus siglas en inglés), es el arsénico en el agua.

En base a esta afirmación y también atendiendo al consejo que emitió en 2014 el Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, los investigadores Julio Basulto y Juanjo Cáceres, autores del libro ‘Dieta y cáncer’, aparecido este martes, advierten a los padres que eviten ofrecer a bebés y niños pequeños las bebidas de arroz, que se elaboran a partir del grano de arroz y que tienen una dulzura característica debida a un proceso enzimático que se produce durante su preparación.

“Los niveles de arsénico en el arroz pueden llegar a ser preocupantes en lactantes y niños pequeños porque es un alimento muy utilizado en el periodo de alimentación complementaria, que se inicia alrededor de los seis meses de edad”, señalan los autores del libro, en el que también colabora el pediatra Carlos González.

Los altos niveles de arsénico encontrados en varias muestras de arroz (que dependen de dónde y cómo se cultiva) se justifican por la particular fisiología de este cereal, y los análisis evaluados por el citado comité de nutrición “detectaron altas concentraciones de arsénico inorgánico en estas bebidas, sobre todo cuando se elaboran con arroz integral, ya que hay más arsénico en la cáscara del grano”, añaden estos investigadores. A renglón seguido, suscriben el consejo de la Sociedad Europea de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica: “Para evitar la exposición al arsénico inorgánico, aconsejamos que los bebés y los niños pequeños eviten las bebidas de arroz”.

Es importante destacar que el informe no desaconseja ni el consumo de arroz ni de otros derivados, se centra solo en las bebidas elaboradas a partir de este cereal. Su recomendación no se aplica a los adultos porque la exposición de los lactantes y niños pequeños al arsénico inorgánico es de dos a tres veces mayor que la de los adultos.

Tampoco tortas de arroz

Abundando en esta línea, la Agencia Nacional Alimentaria de Suecia ha recomendado no dar tortas de arroz a los menos de seis años, también por los niveles de arsénico, y la Generalitat de Cataluña también desaconseja las bebidas y tortas de arroz en los niños pequeños. Así que los autores del libro concluyen que “en base al principio de precaución y máxime sabiendo que tanto las bebidas como las tortitas de arroz son perfectamente prescindibles, lo más sensato es evitar su consumo por niños”.

Lavarlo y tirar el agua de cocción

Julio Basulto y Juanjo Cáceres señalan que estos dos alimentos acumulan más arsénico que el arroz hervido, pero aconsejan lavar bien al arroz integral antes de cocinarlo y hervirlo en abundante agua. “Hervirlo reduce a la mitad los niveles de arsénico porque se evapora o pasa al agua de cocción, que es mejor descartar, por cierto”, afirman.

El arsénico no llega a la planta por mano del hombre sino que se encuentra de manera natural en el suelo y en el agua y las plantas lo absorben, independientemente de que se cultiven siguiendo prácticas agrícolas convencionales u orgánicas.

Cuantas menos algas, mejor

Otro alimento que retiene bastante arsénico son las algas, lo que, unido a su elevadísimo contenido en yodo, justifica otra recomendación de estos investigadores: “Cuantas menos algas, mejor”. Y eso vale también para la espirulina, “que mucha gente cree, erróneamente, que es un ‘superalimento’”.

En cualquier caso, señalan que una de las principales fuentes de arsénico en nuestro medio no es la alimentación, sino el tabaco, causante del 70% de los casos de cáncer, según la OMS, porcentaje que el WCRF eleva al 80%. Al alcohol serían atribuibles el 11% de todos los cánceres en España, según los datos aportados en ‘Dieta y cáncer. Qué puede y qué no puede hacer tu alimentación’.

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