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Cuando hasta reírse cansa

La importancia del familiar de un paciente con EPOC
La importancia del familiar de un paciente con EPOC

Los amigos no entienden por qué te vas apartando de ellos. Siempre he sido sociable, pero ahora, con 63 años, estoy más desagradable. No me apetece arreglarme para salir y tomar una caña con ellos. A veces llego al extremo de comer sin pan por el esfuerzo que me supone bajar a comprarlo.

Algunos días me dejaban un rato al cuidado de mi nieto. Pero una vez me caí delante de él y se asustó. Verle llorar por mi culpa fue lo peor que me ha pasado. Sufres una impotencia, una angustia al comprobar que que te gustaría hacer cosas como antes, pero no puedes….

A mis 53 años, a la hora de ducharme tengo que ponerme el oxígeno porque me canso bastante. Hay pocos motivos para reírte teniendo esta enfermedad, porque hasta cuando te ríes te cansas.

Todas las declaraciones anteriores son testimonios reales de afectados de EPOC. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica afecta al 10,2% de la población de 40 a 80 años. Es silenciosa, avanza lentamente y por eso no siempre está diagnosticada. La obstrucción de las vías respiratorias por la inflamación o exceso de mucosidad dificulta la respiración, y de ahí ese cansancio extremo ante el mínimo esfuerzo.

Las causas del también llamado enfisema pulmonar son el tabaquismo, el aire contaminado, la inhalación de vapores químicos o incluso el polvo. Su día mundial se celebró el jueves pasado casi con tanto sigilo como actúa la disnea, nombre de ese ahogo que se instala en los enfermos. Se dedicó al papel esencial de las familias para detectar el empeoramiento de los síntomas bajo el lema "No llegar no es normal".