Cómo evitar la toxoplasmosis durante el embarazo

Esta enfermedad se puede contraer al ingerir carne cruda o frutas y verduras mal lavadas.

Una mayor inflamación aumenta el riesgo de enfermedades mentales o problemas de desarrollo cerebral en los niños.
El embarazo va por la 32 semana de gestación

Comer carne bien cocinada, limpiar las superficies y el frigorífico y lavarse las manos tras manejar carne cruda son algunas de las claves aportadas por el director de la Unidad de Reproducción Asistida de Vithas Internacional, Juan Ordás, para evitar la toxoplasmosis durante el embarazo.

Y es que, si la embarazada la contrae, la puede transmitir al feto ocasionándole múltiples complicaciones, siendo las vías de contagio más habituales el consumo de carne cruda o poco hecha, frutas y verduras mal lavadas y a través de las heces de los gatos, que se contagiarían al consumir carne cruda o poco hecha.

"El 'toxoplasma gondii' es un parásito que se transmite al ser humano a través de la ingesta de carne cruda contaminada (carne de vacuno, ovino o cerdo). Naturalmente, los embutidos hechos a partir de la carne de estos animales son también carne cruda. Cabe destacar que las aves no transmiten la enfermedad", ha dicho el experto.

Sin embargo, prosigue, la carne es una parte "muy importante" en la dieta de una mujer embarazada, "siempre que se suprima la grasa superflua", ya que aporta proteínas en cantidades elevadas, colesterol, fósforo, hierro, zinc, tiamina, riboflavina, ácido nicotínico, folatos y ácidos grasos saturados.

En este sentido, el experto ha informado de que para evitar la toxoplasmosis es necesario prestar especial atención a la forma de cocinar la carne. "Este parásito muere a partir de los 70 grados centígrados, pero resiste bien la congelación en el frigorífico de casa, aunque no la congelación industrial, de entre 40 y 60 grados bajo cero, de modo que se podría tomar carne poco cocinada siempre que haya sido congelada a estas temperaturas", ha recalcado.

Cuidados alimenticios

Asimismo, añade, respecto a los patés, los que se comercializan a partir de hígado de oca o de pato no tienen riesgo de transmitir la enfermedad, ya que se trata de aves, al igual que el caso de los de hígado de cerdo.

Desde hace años, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) recomienda que no se realicen test de toxoplasmosis a las mujeres embarazadas. Pero, tal y como ha aclarado Ordás, ello no implica que se mantengan los cuidados alimenticios referentes a la carne cruda y a los embutidos.

Finalmente, el doctor ha recordado que una dieta adecuada durante el embarazo ha de mantener un equilibrio correcto entre proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y minerales. De hecho, en mujeres con un peso normal, la ingesta ha de ser de unas 2.500 kilocalorías diarias.

"Las dietas vegetarianas estrictas o veganas son insuficientes para un correcto desarrollo fetal. Si bien es cierto que las frutas y verduras son esenciales, existen una serie de principios fundamentales que estos alimentos no poseen, como los aminoácidos esenciales, que solo se incluyen en una dieta que contenga carnes y pescados. Además, que este tipo de dieta genera también un déficit en calcio, hierro y vitamina B-12", ha zanjado el experto.

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