Casi un 90% de la población ha tenido algún episodio de cefalea en el último año

?El dolor de cabeza afecta a más del 73% de la población masculina y a más del 92% de la población femenina.

El dolor de cabeza afecta a más del 73% de la población masculina.
El dolor de cabeza afecta a más del 73% de la población masculina.

Entre un 85 y un 90% de la población ha tenido algún episodio de cefalea en el último año y este es el principal motivo de consulta ambulatorio, con unas cifras que se sitúan entre 19,3% y el 32% del total.  Estos son algunos de los datos que acaba de hacer públicos el Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo de la presentación de la tercera edición de la Guía Oficial de la Práctica Clínica de Cefaleas en la que se han actualizado los avances fisiopatológicos y terapéuticos de una de las patologías más frecuentes en nuestra población y que genera una gran demanda asistencial: el dolor de cabeza.


De acuerdo a los datos obtenidos, las cifras de prevalencia de la cefalea en los países occidentales oscilarían entre el 73-89% de la población masculina y entre el 92-99% de la población femenina.


En todo caso, no todos los dolores de cabeza afectan a la población por igual. Dentro de las cefaleas primarias, es decir, cuando el dolor de cabeza es el único o principal síntoma de la enfermedad, la cefalea en tensión sería el tipo de dolor más prevalente, alcanzado a un 66% de la población (el 63% lo padece de forma episódica mientras que el 3% restante sería crónico), seguido de la migraña (15% y 2-3% de forma crónica) y de la cefalea por estímulos fríos (15%).


La cefalea por compresión externa (4%), por abuso de medicación (1-2%), de la tos (1%), por ejercicio físico (1%), asociada a la actividad sexual (1%) o la cefalea en racimos (0,2-0,3%), serían también otros de los tipos más prevalentes de cefaleas primarias.


“El estudio también indica que, aunque en los últimos 20 años las cifras de prevalencia de migraña apenas han variado, sí se ha producido un aumento notable en la cefalea tipo tensión frecuente y en la cefalea tipo tensión crónica”, señala la doctora Patricia Pozo, coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.


En cuanto a las cefaleas secundarias, que son aquellas en las que el dolor de cabeza es un síntoma de otra enfermedad, destaca la prevalencia de la cefalea por resaca (72%), por fiebre (63%), asociada a alteraciones metabólicas (22%), al ayuno (19%), a alteraciones en la nariz o en los senos (15%), a trauma craneal (4%) o a alteraciones oculares (3%).


“Uno de los problemas que se ha puesto en relieve es la alta prevalencia de los distintos tipos de cefaleas crónicas a nivel poblacional, en especial de la migraña crónica, ya que entorno a un 3% de los pacientes con migraña episódica evolucionan anualmente a una migraña crónica”, explica la Dra. Patricia Pozo Rosich.


Otra de las conclusiones obtenidas es que las migrañas son el tipo de cefalea que con más frecuencia deviene en abuso de la medicación, y los opiáceos, los barbitúricos, la cafeína y los triptanes son los fármacos que más típicamente y en un menor tiempo favorecen la cronificación de la cefalea. La prevalencia de la migraña crónica por abuso de medicación oscila entre un 0,7% y un 1,7%, con un porcentaje aún mayor en mujeres en la cuarta-quinta décadas de la vida.


Por último, en el citado estudio se asegura que las crisis de dolor, especialmente en la migraña, producen una importante limitación en la actividad de los que la sufren obligando a reducirla en más de un 50% y precisando de reposo en la cama hasta en el 20-30% de los casos. “También interfieren en las relaciones familiares y en el ocio, e incluso podría determinar limitaciones en la educación o en el desarrollo profesional por su inicio precoz, muchas veces en la infancia o en la adolescencia. Además, las cefaleas primarias no solo suponen una carga en la calidad de vida, sino también un coste para la sociedad y el individuo. En nuestro país, y sólo si contabilizamos económicamente lo que supone la pérdida de jornadas laborales, estaríamos hablando de unos 2.000 millones de euros anuales”, concluye la doctora Pozo.


- Más información sobre estos temas en el Suplemento de Salud.

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