¿Hasta qué edad es bueno que los niños duerman siesta?

Según un estudio, este hábito se asocia a una peor calidad del sueño en niños mayores de dos años.

La fase REM convierte las experiencias vividas en recuerdos duraderos y en habilidades.
¿Hasta qué edad es bueno que los niños duerman siesta?

Los niños que siguen durmiendo siesta después de los dos años suelen tener una peor calidad del sueño durante la infancia, aunque el impacto en el comportamiento y el desarrollo está menos claro, según un análisis de la evidencia disponible publicado en la edición digital de la revista 'Archives of Disease in Childhood'.


La longitud total y la calidad del sueño durante un periodo de 24 horas está vinculado a la salud y el desarrollo del niño, y los padres y cuidadores han sido alentados a dejar que los niños echen una siesta durante el día como una forma de promover la buena salud. En el momento en que un niño tiene 2 años, en general obtiene la mayor parte de sueño durante la noche.


Los autores, investigadores de la Escuela de Psicología de la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia, querían averiguar qué impacto tiene la siesta en la calidad del sueño nocturno de los niños pequeños, su conducta, cognición y salud física. Para ello, revisaron la evidencia publicada disponible sobre las siestas en los niños hasta la edad de 5 años y encontraron 26 estudios relevantes de un total de 781, agrupando los datos y sintetizando los hallazgos.


Estos expertos encontraron evidencias que indicaban que la siesta después de la edad de 2 años alarga la cantidad de tiempo que le cuesta al niño conciliar el sueño y acorta la cantidad global de tiempo de sueño que tiene.


Sin embargo, los vínculos entre la siesta y cualquier impacto negativo en el comportamiento, el desarrollo y la salud en general fueron menos claros, en gran parte debido a las diferencias en los patrones de edad y la siesta de los niños estudiados.


Los científicos sugieren que la calidad de los estudios refleja el relativamente nuevo enfoque de la investigación sobre los efectos de la siesta, lo que les empuja a pedir más trabajos en este sentido para examinar la complejidad de los patrones de transición del sueño en la primera infancia y el impacto de los factores ambientales en el hogar y/o guardería.


Volver al suplemento de salud.