El tabaco, detrás de más de 30 enfermedades

Además de ser causa de muerte, reduce los años de vida y genera otras patologías crónicas.

Enfermedades relacionadas de forma casual con el tabaco
El tabaco, detrás de más de 30 enfermedades

Desde que en 1954 se publicara el primer estudio científico que demostraba la estrecha relación entre el tabaco y el riesgo de sufrir cáncer de pulmón, la literatura médica no cesa de incorporar nuevas evidencias que señalan al tabaco como sustancia perjudicial para la salud. "Es la primera causa de muerte prevenible en nuestra sociedad", afirma Rodrigo Córdoba, médico de familia y delegado en Aragón del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo. En estos momentos, está comprobado que el tabaco dispara el riesgo de padecer más de 30 enfermedades que afectan a todo el organismo, 12 de ellas, distintos tipos de cáncer. A los efectos que produce la nicotina, su ingrediente básico, se unen los de otras sustancias adictivas, metales pesados y alquitranes en su combustión.


Tuberculosis, diabetes, cáncer colorrectal, degeneración macular, embarazo ectópico, artritis reumatoide, disminución de la función inmunológica o ictus (en este caso, también en fumadores pasivos) han sido las últimas patologías incorporadas a la 'lista negra' del tabaco por el Departamento de Sanidad de Estados Unidos, a través de su informe 'Surgeon', una de las publicaciones de cabecera en esta materia. Los médicos consideran que, en todas ellas, el riesgo para los fumadores es al menos el doble, si no muy superior. Lo mismo ocurre con otras patologías, conocidas hace años, además del cáncer de pulmón: enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), aneurisma de aorta, enfermedad coronaria­ o riesgos para el feto, entre otras.


El tabaco está detrás del 90% de casos de tumor pulmonar, del 50% de cánceres de vejiga o de páncreas, del 30% de infartos de miocardio o del 30% de muertes por cáncer. Además, disminuye la expectativa de vida entre 10 y 14 años de media. Se sabe ya que una de cada tres muertes causadas por el tabaco se sitúa en la franja de edad entre 35 y 65 años, que se considera esencialmente productiva. "En España, se atribuyen al tabaco unas 55.000 muertes al año y más de cinco millones en todo el mundo", apunta Córdoba. "Si hablamos de cáncer de pulmón, cuyo pronóstico no ha mejorado tanto como en el de mama, comprobamos una prevalencia alta en hombres y un preocupante aumento en mujeres: de hecho, ya es la primera causa de muerte por cáncer entre las estadounidenses y nos tememos que esto sucederá dentro de unos años en Europa", apunta Salvador Bello, jefe del servicio de Neumología del hospital Miguel Servet de Zaragoza. Por su consulta pasan cientos de casos al año, muchos de ellos de EPOC, una enfermedad crónica que empeora paulatinamente las condiciones de vida del paciente y que genera un coste elevado en forma de ingresos clínicos.

Pero, ¿cómo actúa el tabaco en el cuerpo humano y por qué es tan perjudicial? Hay tres grandes grupos de patologías asociadas de forma causal, por encima del resto: el cáncer, las enfermedades pulmonares crónicas y las cardiovasculares.

En el caso de los diversos tipos de cáncer, está demostrado que el tabaco modifica el ADN y propicia un crecimiento celular desordenado, lo que favorece de manera directa el surgimiento y el desarrollo del tumor.


Si hablamos de patologías respiratorias, desde la EPOC hasta neumonía o incluso gripe, el principal daño se produce por la irritación de las vías respiratorias al fumar, hasta la destrucción del tejido pulmonar y la consiguiente falta de oxígeno en la sangre. No en vano, en estos momentos la epoc ya se considera una enfermedad que afecta al conjunto del organismo y ligada a patologías cardiovasculares.

Las enfermedades del corazón y del sistema sanguíneo, por último, son el tercer gran grupo: por un lado, la nicotina aumenta el riesgo de taquicardia; por otro, el monóxido de carbono provoca una pobre oxigenación de la sangre, lo que afecta a todo el cuerpo; y, además, se incrementa el riesgo de infarto, al estrecharse las arterias a largo plazo, así como se debilitan sus paredes y se puede sufrir aneurisma de aorta.


Fumadores pasivos

Con la entrada en vigor de la legislación antitabaco, los especialistas notan una disminución de problemas en el caso de los fumadores pasivos, el otro gran grupo de perjudicados por el tabaco. Quienes conviven con los que fuman también tienen más posibilidad de padecer un ictus, enfermedades coronarias, cáncer e incluso EPOC, tal y como demuestran algunos últimos estudios médicos internacionales. "Las concentraciones de cotinina, una sustancia que se adquiere con la exposición al tabaco, han bajado un 93% en entornos sin humo", explica Bello.


"Por ejemplo, una mujer cuyo marido fume tiene un 25% más de padecer cáncer de pulmón", prosigue este especialista. Este tipo de tumor, en algunos casos, no ofrece síntomas hasta un estadio avanzado.


Por otra parte, la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas están en relación con el humo nocivo del tabaco: "Se producen alteraciones en las defensas de nuestro organismo, que se debilita, y son infecciones con un peor pronóstico", concluye Bello.


Cifras dispares

Las estadísticas que maneja el Ministerio de Sanidad sobre tabaquismo en Aragón indican que, en 2012, fumaba el 24,7% de la población mayor de 16 años, con dos franjas de edad, de 25 a 44 años, en las que las mujeres superan a los hombres, algo infrecuente en el resto de las comunidades autónomas.


Asimismo, los jóvenes fuman menos en Aragón que en el resto de España: un 19,15% frente al 26,26% nacional, algo que redunda en que esta Comunidad ha sido la única en superar los objetivos trazados desde el Ministerio de reducir este porcentaje a menos del 20% en 2012.


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