Sanidad

Unos 25.000 aragoneses reciben tratamiento anticoagulante para evitar sufrir un ictus

Un 25% tiene menos de 65 años, otro 24% supera los 85 y un 41%, es de más de 75 años.

Pruebas realizadas para detectar el ictus en el Hospital Clínico de Zaragoza, el pasado 29 de octubre, con motivo del Día Mundial del Ictus.
Unos 25.000 aragoneses reciben tratamiento anticoagulante para evitar sufrir un ictus

Alrededor de 25.000 aragoneses se estima que reciben tratamiento anticoagulante para evitar el ictus, entre otros eventos cardiovasculares, una cifra que previsiblemente aumentará en los próximos años en Aragón por el incremento de la esperanza de vida.


Asimismo, el 40% de los pacientes anticoagulados teme sufrir una hemorragia o un ictus y uno de cada tres tiene pensamientos negativos sobre su futuro, según el estudio 'Análisis del Perfil Sociosanitario del Paciente Anticoagulado en España' que se presenta en Zaragoza.


El estudio, que ha elaborado la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados, con la colaboración de la Asociación de Anticoagulados de Aragón, pone de manifiesto que estos enfermos demandan en la comunidad aragonesa el acceso al tratamiento más adecuado en función de sus necesidades, "independientemente del coste que tenga".


También piden más información para poder participar en las decisiones junto con su médico.


El incremento de enfermedades, como la hipertensión, la diabetes o la obesidad, los tres factores que más influyen en los trastornos cardiovasculares, unido al aumento de la esperanza de vida y a que la supervivencia tras un evento cardiaco es ahora mucho mayor que hace años, ha provocado que se amplíe considerablemente la horquilla de edad de los pacientes que toman anticoagulantes.


Así, un 25% tiene menos de 65 años, otro 24% supera los 85 y un 41%, es de más de 75 años.


Según el estudio, el 55% de las personas en tratamiento con anticoagulantes en España padece fibrilación auricular; el 23% tiene prótesis valvular o valvulopatía, y el 16% ha sufrido una embolia pulmonar o trombosis venosa. Además, casi el 87% son pluripatológicos.


De los 25.000 pacientes aragoneses anticoagulados, un 60% tiene fibrilación auricular no valvular, la afección más común por la que se recibe tratamiento con anticoagulación.


El estudio, basado en 388 encuestas a pacientes, recoge además las percepciones de estos enfermos sobre el tratamiento que siguen, su calidad de vida y sus necesidades actuales.


En el mismo se pone de manifiesto que el control del nivel de la coagulación ocupa un lugar primordial en la vida de estos enfermos, más difícil de conseguir cuanta más edad tienen.


La mayoría de los pacientes (90%) acude al centro de salud para someterse a controles periódicos de coagulación y el 12% dice tener algún tipo de dificultad para realizarlos, porque tienen que desplazarse lejos de su domicilio (5%) o hacer más de una visita para tener el control completo (3,4%).


Actualmente en Aragón, 800 personas forman parte de un programa de autocontrol, con el que el paciente se mide periódicamente con un coagulómetro sus niveles sin necesidad de acudir a un centro médico, lo que facilita y mejora la calidad de vida de los pacientes.


A pesar de todo, el 96,4% de los anticoagulados se siente bien atendido por los servicios sociosanitarios, aunque el 35% expresa que le gustaría tener más información sobre su tratamiento, mientras que el 95% de los pacientes la recibe del profesional sanitario.


Según se desprende del estudio, uno de cada tres anticoagulados querría participar más en las decisiones sobre su tratamiento y autogestionar su salud.


En cuanto a su calidad de vida, el 45% de los encuestados declara que la enfermedad que provocó la indicación del tratamiento anticoagulante la ha empeorado; el 70% se cansa al caminar rápido; el 37% declara que tiene dificultad para realizar cosas y el 20% ha visto afectadas sus relaciones sexuales.


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