Los hechos se produjeron sobre las 23.20 del pasado 2 de octubre de 2016 en la calle de Conde Aranda de Zaragoza. Según el escrito de acusación del ministerio público, Ángel Pascual N., atacó a su sobrino, Luis Javier N., armado con unas tijeras y una barra de hierro. Durante la refriega, le causó una herida incisa sobre la ceja, otra puntiaguda en el cuero cabelludo y dos más de similares características en el tórax. El parte médico de urgencias cita también un hematoma alrededor del ojo con hemorragia conjuntival, así como dolor en codo y hombro. Lesiones, todas ellas, de las que tardó en recuperarse un total de 15 días.

Pero el tío también tuvo que pasar por el hospital para ser curado, ya que su sobrino le provocó heridas y cortes en el oído izquierdo, el cuero cabelludo, los muslos, las nalgas y una rodilla. En su caso, la recuperación se prolongó diez días.

La Fiscalía considera a ambos hombres autores de un delito de lesiones, por lo que solicita al tribunal que les imponga idénticas penas de prisión. Sin embargo, partiendo de la relación de lesiones que se enumeran en los distintos partes médicos, la acusación pública fija las siguientes indemnizaciones: en el caso de Ángel Pascual N., le exige que pague a su sobrino 450 euros por las heridas y 1.900 por las secuelas; mientras que a Javier Luis N. le pide 300 euros por las lesiones que causó a su tío y otros 850 por las secuelas.

Las defensas, a cargo de los letrados Carmen Sánchez Herrero y José Javier Pérez-Caballero, alegan legítima defensa y piden la absolución de sus respectivos clientes.