Palomas torcaces: ¡sálvese quien pueda!

Las deyecciones de esta especie de ave son especialmente molestas en época de cría.

Otro coche, víctima de las torcaces
Palomas torcaces: ¡sálvese quien pueda!
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Con la primavera llega el buen tiempo, florecen árboles y plantas y comienza la época de cría de numerosas especies, entre ellas, la de la paloma torcaz. Esta especie, vecina más que habitual de la ciudad de Zaragoza, es la que más llama la atención, no solo por su tamaño -es la más grande de europa- sino por sus molestas y vistosas deyecciones que ya han comenzado a multiplicarse en las zonas de parques y arboladas de la ciudad. 


A pesar de tratarse de la especie de paloma minotiraria en la capital aragonesa, es la más molesta por el tamaño y vistosidad de sus deyecciones. "Suelen colocarse en ventanas y paredes de las casas o en los árboles de los corredores", explica Luís Tirado, de Seo/BirdLife Aragón, por lo que los coches suelen ser sus víctimas más habituales.


"Es algo constante estos días, los coches están que da pena verlos", asegura David, controlador de zona azul. "Los vecinos dejan los coches al atardecer y amanecen con el capó todo manchado, es algo muy molesto", asegura Jorge, que lleva cuatro años de portero en un edificio de la calle Zurita y advierte que estas deyecciones son más numerosas que antes y que las quejas de los vecinos son constantes.


Tan solo hay que darse un paseo por la plaza de Los Sitios para apreciar estas molestas marcas, aparentes sobre todo en vehículos aparcados en los alrededores bajo los árboles en los que están anidado. Algunos establecimientos de la zona también aseguran verse afectados por esta especie: "Tenemos una mesa justo debajo de la vivienda de estas palomas y hay que moverla para que no manchen a los clientes", explica Ángel, camarero del bar Monumental. "Se nota sobre todo en las aceras, bajo los árboles más grandes", añade un barrendero. 


Concretamente en Zaragoza hay tres especies mayoritarias de paloma: la torcal, la tórtola turca y la bravía doméstica. Según informa Tirado, las dos primeras han aumentado en los últimos años en toda España frente al ligero descenso de la doméstica (1%), sobre todo por la remodelación del Casco Histórico y las campañas en contra de la alimentación de palomas. De la población de palomas, en torno al 70% se correspondería con la de tipo doméstico, el 20% a la turca y el 10% a la torcaz.