¿Otro partido como el de Tarragona a la vista?

El pasado martes, los antecedentes del Nástic de Tarragona en su feo inicio de temporada auguraron en las horas previas a la visita del Real Zaragoza al Nou Estadi un partido áspero y con pocos goles. El 0-0 final y las desdibujadas hechuras del juego exhibido por catalanes y aragoneses en esa noche de dura digestión respondieron a las previsiones a pies juntillas. Ahora, cinco días después, el calendario de liga lleva al cuadro zaragocista a Soria, un segundo desplazamiento enlazado en el que le aguarda el Numancia, otro rival que se ajusta al perfil del Nástic y que, asimismo, ha iniciado de manera muy irregular la temporada 2016-17. Las expectativas, en las valoraciones a priori que pueden hacerse del encuentro de la 7ª jornada que espera al Zaragoza en terreno soriano, hablan de un fútbol trabado y, probablemente, de un marcador igualado y sin mucho movimiento.

Al menos, hasta a hora, a eso ha respondido en Numancia en sus tres primeros partidos como anfitrión en Los Pajaritos. Los de Arrasate se estrenaron hace un mes perdiendo 0-1 ante el Levante. Prosiguieron a principios de septiembre empatando 1-1 frente al Alcorcón. Y se estrenaron el fin de semana pasado con su primer y único triunfo en cinco jornadas al derrotar 1-0 precisamente al citado Nástic de Tarragona. Observar los guarismos aclara el talante de sus partidos. No son accidentes ni se trata de una casualidad. Los tres transcurrieron por los cauces de la igualdad buscada, del equilibrio táctico programado, de la falta de pegada en las áreas, del fútbol duro si fue preciso (los numantinos acabaron con nueve hombres frente al Levante por dos rojas directas vistas por Pedraza y Medina por juego muy brusco).

Los dos partidos del Numancia a domicilio redundan en su modus operandi y no abren, por ahora, puertas distintas. Empataron 0-0 en Getafe, en una sesión de fútbol infumable, y perdieron hace nada en Cádiz por 1-0. Más de lo mismo.

Si el Real Zaragoza apuesta por un plan gemelo al de Tarragona, habrá choque de trenes con total seguridad. Si Milla, como ha pedido a sus futbolistas, busca una mayor apertura de espacios en ataque, como llevó a cabo el equipo blanquillo durante la primera hora de juego en Lugo (su mejor tramo como visitante hasta hoy), es posible que en Los Pajaritos pueda darse, por primera vez en este torneo, un partido más agradable a la vista de los espectadores y de los protagonistas. Para ello, obviamente, el espeso Numancia del primer mes de competición también tendrá que poner de su parte.

Antes de acudir al campo, el libreto del partido no es muy sugerente por los antecedentes de unos y otros, cada uno en su rol. Pero el fútbol no entiende de apriorismos y, de tendendencias y dinámicas habituales, se suele salir con rupturas drásticas. Este domingo, a las 18.00, Numancia y Real Zaragoza tendrán la palabra. Quizá descubran un fútbol más agradable y bonito de apreciar.