Cartas al director de HERALDO: En el circo de la política española
En el circo de la política española
El circo ignominioso en que se ha convertido la política en España! Uno llega a comprender el justificado disgusto personal de Sánchez, pero resulta injustificable como máximo mandatario, más próximo al de un país bananero que al de la cuarta economía de la zona euro, al dejar su cargo libre durante cinco días para sopesar durante ese tiempo si vale la pena seguir.
No es menos inexcusable explicar su decisión alejado del Parlamento y sin conocimiento de su propio gobierno ni partido, únicamente a través de un simple tuit sin membrete. Le ha bastado ese breve tiempo de vacío en el poder, tras haber dejado cinco días en ‘shock’ a un país pendiente de presupuestos y elecciones europeas y catalanas, para volver, según dice, con más fuerza. Vamos, "el puto amo", según dice el ministro de Transportes, dando a entender el iluminado ministro que los demás somos simples siervos y no ciudadanos, con lo que supone de visión política y del ejercicio del poder por parte de un ministro. En ese tiempo la oposición hacía sangre, mientras era constante el apoyo moral por parte del socialismo, pero no a una idea o un programa, solo a su persona. Es cierto que Sánchez ha sido sometido a una presión enorme, saltando todos los límites de la crítica política debido a la total ausencia de políticos de talante democrático. Pero en este circo de la política en España, no son raros los ataques personales al margen de aciertos y errores, anteriormente otros ya fueron víctimas, como a escraches a gente del PP, a Pablo Iglesias, Irene Montero o Tomás Guitarte, quien tuvo que esconderse por votar a favor de la investidura de Sánchez.
Daniel Gallardo Marín. GARRAPINILLOS (ZARAGOZA )
Dudas sobre el teléfono móvil
Me pregunto si el móvil es una ayuda o una herramienta inútil. Y me lo pregunto a estas alturas, cuando el móvil se ha convertido casi en un complemento añadido, cual decimonónico abanico, a nuestra mano y casi clavado a ella y pegado con pegamento, del que no podemos ya prescindir nadie, o casi nadie (entre los que me incluyo). Y me hago esta pequeña reflexión: si, como digo, es una herramienta útil, utilísima, para aprender muchas cosas que desconocíamos hace unos años y, en ese sentido lo encomio, o, si, por el contrario, se ha convertido en un elemento más a tener en cuenta en nuestra propia y heredada ansiedad diaria... Y hablo por experiencia propia. A mí me añade a veces bastante ansiedad. Y, como dice el carismático Iker Jiménez: ahí lo dejo, hay opiniones para todos los gustos. Pero no puedo tampoco dejar de escribir estos pensamientos, estas sencillas reflexiones, porque, si no, no sería yo y, gracias al móvil, puedo enviar a otro medio de comunicación, para mí muy importante, como es éste, y ver publicado todo aquello que se piensa y que escrito queda, a aquellos a los que tanto nos gusta hacerlo.
Mercedes Barranco Delgado. ZARAGOZA
Días libres
Mi padre fue autónomo. No creo que nunca se planteara reflexionar sobre ir a trabajar al día siguiente o no, iba y punto; la alternativa no creo que hubiese sido muy conveniente… No tuvo a nadie en vilo pensando si trabajaría o no, los que lo necesitaban daban por hecho que lo haría; si no lo hacía, habría alguien que lo haría en su lugar. Él fue de los que ya he dicho más de una vez en estas páginas que cimentaron este país, para que pudiéramos disfrutar del bienestar, la salud y la educación que poco a poco parece que se van degradando; ahora vería cómo se confunde el trabajo de verdad con producir horas de televisión y baños de multitudes que halagan los propios oídos. Hoy vemos cómo nuestros votos facilitan a algunos el desarrollo de un espectáculo más propio de un ‘reality show’ malo, haciendo –no sé si se libra algún grupo– absoluta dejación de sus funciones; han pasado de solucionar problemas a crearlos. Hoy ha dicho un representante de un partido que el presidente ha tenido al país preocupado durante cinco días; efectivamente, además de no asistir a su trabajo, cosa que no sé si será tan fácil en cualquier trabajo sin que haya consecuencias, nos ha tenido preocupados por el aspecto de la clase política; ya no sé si se libra alguien… Ya sé, muchos no nos atreveríamos ni lo haríamos mejor, y siempre es más fácil criticar a una gallina que poner un huevo; también es verdad que todo el que quiera hacer de la política su ocupación o en algunos casos su medio de vida debería escuchar las opiniones y las ansiedades de todos, no sólo de aquellos a los que quiere oír.
Tomás López. ZARAGOZA
El parto de los montes
Cuatro días ha durado el parto. Cuatro días para que salga un nonato llorón, gimoteando hasta la saciedad y tan pequeño pero con muy mal genio. Cuatro días para que se demuestre que después de incertidumbre lo que nos aparece no es una belleza, sino que más bien es algo muy feo. Cuatro días para que todos nos sintamos poco satisfechos de que se haya parido un engendro. Unos dirán, supongo que los padres y esos doce mil que el domingo asistieron como espectadores, que ha salido un ente bonito. Otros, más que esos doce mil, que ha salido un engendro. Ahora hay un problema, ¿quiénes serán los padrinos? Lo sabemos, independentistas a cascoporro, valedores de antiguos pistoleros y alguno más que querrá ver recompensado su entusiasmo. No digo quién es el padre de la criatura ni quién es esta: adiviné usted quién es quién.
Isabelino Martín González. ZARAGOZA
Los beneficios de los desechos
Se encuentra el Ayuntamiento de Zaragoza en plena implantación del contenedor marrón para desechos orgánicos. La idea es llevar los desechos al centro de tratamiento para convertir la basura en compost y en energía eléctrica. Esta inversión nos va a costar a los contribuyentes 11 millones de euros, con una subvención de los fondos Next Generation de 4,7 millones. Lo que no explica el Ayuntamiento a quienes debemos pagarlo es quién se va a beneficiar del compost y de la energía. Me imagino que la empresa privada que lo gestiona será quien aumente sus beneficios a costa de la labor ecológica de los ciudadanos. Si los ciudadanos colaboramos en la recogida selectiva, sería conveniente que los beneficios fueran a las arcas públicas y no a manos privadas.
Manuel Vargas Ramírez. ZARAGOZA
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