Una desastrosa línea política

Como esperado, después de la amnistía los independentistas exigen un nuevo sistema de financiación y un referéndum de autodeterminación, algo que el Ejecutivo socialista, ante los comicios catalanes, se ha apresurado a rechazar, mientras teatraliza un recurso contra la tramitación en el Parlamento catalán de una iniciativa que declaraba unilateralmente la independencia. 

Esto nos trae a la memoria la feroz oposición socialista a la amnistía antes del 23J, pero que pasados los comicios apoyaron ovejilmente, como "medida de generosidad para unificar la sociedad catalana y fomentar el diálogo". Las pregonadas cesiones del presidente Sánchez no solo no han recuperado la convivencia, sino que han dividido Cataluña animando y dando recursos a los independentistas, nunca arrepentidos y ahora con total impunidad y muchos mas privilegios. Un presidente que muta sus valores según conveniencia, al que le preocupa más visitar panteones que dialogar con la oposición, sin Presupuestos pero con las peores ratios de democracia, economía, sanidad, educación y seguridad. Un presidente que trata de tapar sus múltiples pufos, mintiendo y cargando contra la oposición, confiado en tornar fracasos en éxitos, mientras alimenta su ambición. Frente a él, una oposición de bajo nivel y dividida, y un creciente hartazgo de la mayoría de los ciudadanos, que van volviendo la vista a sus problemas del día a día, aunque inexplicablemente todavía una parte de ellos considera aceptable esta forma de gobernar, con tal de que ‘no gobierne la derecha’. No es esta la línea a seguir si queremos levantar el país.

Miguel Ángel Moliner del Ruste. ZARAGOZA

Amarga decisión judicial

De bilis se me ha llenado la boca leyendo que al señor de 82 años que se defendió contra uno que entró en su casa, y no creo que a felicitarle las pascuas, lo encuentran culpable de homicidio. O sea, que entra un tío con un montón de antecedentes en tu casa y hay que invitarlo a unas cañas para que la Justicia no te declare culpable. Los que tenían que ser culpables son los que con esos antecedentes lo habían dejado en la calle. Ahora solo nos queda esperar al ‘karma’ y a los que le han declarado culpable, parte del jurado, fiscal, juez y demás, incluido los que hacen las leyes para que los delincuentes campen a sus anchas, les entren en sus casas para ver cómo es su ejemplar comportamiento. A ver si los dejan hacer lo que quieran y les invitan a cenar. No caerá esa breva. Y lo lamentable es que todo lo que está pasando lo damos por bueno y protestamos delante de unas cañas. ¡Qué tiempos aquellos en los que corríamos delante de los grises!

Mariano Martínez Beltrán. GALLUR

El turismo interior

¿Te gustó el concierto de tal cantante en Nueva York? Sí, mucho. Me fui para cuatro días y aproveché para visitar la ciudad. Al margen de lo malo que es su impacto ecológico, el turismo, viajar, disfrutar es algo bueno y se expande por todo el mundo, aunque se torna a menudo en algo superficial, pues no se conoce el verdadero país. Pero, ¿no es a veces una evasión de una realidad que nos disgusta, una huida de nosotros mismos? Cambiar de aires está bien, volver más estresados no. La vida del turista medio es agotadora y falta del necesario descanso. ¿Tanto viaje para qué? Gracias a Dios, hoy en día podemos ir a las antípodas en cuestión de horas y el billete de avión se lo pueden permitir muchas personas. Sólo que no hace falta salir muy lejos; basta visitar muchos pueblos cercanos para ver verdadero arte y buena gastronomía. Es el turismo de interior. Hay otro turismo interior, en un sentido más personal, que es conocernos y descubrir la riqueza que todos llevamos dentro de nosotros, para lo que sólo hacen falta tranquilidad, silencio y soledad. Además, vivir esta interioridad es gratis y produce paz y alegría. Ahora hay una demanda de todo tipo de oraciones, ‘mindfulness’, yoga, relajaciones, etc., que, sin ser todo lo mismo, pretenden conocer el interior de la persona. ¿Estaremos necesitando volver a una vida más profunda? ¿Hay un retorno a lo espiritual que está dentro y no fuera?

Javier Pueyo Usón. ZARAGOZA

Cuando escribíamos con plumín

Ahora que he tenido que limpiar la casa en la que durante tantos años vivió mi madre, he destapado un viejo cartapacio en el que guardaba cosas de mi etapa de estudiante: fotos sentado en un pupitre con la bola del mundo y detrás un mapa de España, exámenes de mis años en el Jerónimo Zurita, en los que me espanta ver algunas faltas de ortografía, y una ‘cartilla de escolaridad’ del Ministerio de Educación Nacional del tiempo que estudié en el Andrés Manjón. Leo que dividían las asignaturas en instrumentales, formativas y complementarias, además de un apartado de hábitos (aseo, deberes, conducta, puntualidad). Entre las instrumentales una era la escritura y debíamos escribir con un plumín inserto en un portaplumas de madera, que mojábamos en un tintero. El contenido variaba: las conocidas virtudes del Caudillo, la defensa del alcázar de Toledo o el elogio de Viriato. No sé si hoy alguien apreciaría la pericia de la escritura con plumín, un sacrificio propio de una época en la que se inculcaba un espíritu de mortificación sinónimo de virtud. El bolígrafo y el típex han cambiado ese esfuerzo inútil, no creo que quienes hoy solicitan el esfuerzo en educación (yo mismo lo considero fundamental) pretendan trabajos tan inútiles ni mortificadores como hacer cartulinas y pegarlas en el pasillo para señalar que hoy es el día de... Fernando III, patrón de la juventud.

Javier Fatás Cebollada. ZARAGOZA

La gigafactoría de baterías

Como ama de casa a la que se pide un escrupuloso clasificado de residuos diariamente, me pregunto cómo se tratarán los residuos mercuriales que tan peligrosos son para la salud y que una vez fuera de control ya habrían producido enfermedades degenerativas, tanto para los manipuladores como a quien por descuido pueda dejar escapar a la vía que no corresponda los desechos. No se pone en duda que habrá innovación y más puestos de trabajo, pero mientras luchamos contra el CO2 y otras contaminaciones, a nivel terráqueo tenemos la silenciosa y aún no prevenida de las pilas, todo ahora va con pilas. ¿Tendrán nuestros ríos y todas las aguas freáticas la garantía de potabilidad carente de metales pesados?

Carmen Pérez Álvarez. ZARAGOZA

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