Director de HERALDO DE ARAGÓN

El voto del País Vasco

El candidato de Bildu a Lehendakari, Pello Otxandiano en un acto electoral el pasado sábado.
El candidato de Bildu a Lehendakari, Pello Otxandiano.
Javi Colmenero

Ni se equivocó ni le pilló por sorpresa. Simplemente, esquivó. Pasadas las horas y supuestamente arrepentido de su respuesta, el candidato de EH Bildu a lendakari, Pello Otxandiano, pidió perdón a las víctimas (sin concretar ni detallar), pero de su boca no salió ninguna palabra que calificase a ETA como una banda terrorista.

Más que una transformación, en EH Bildu se ha producido una adaptación, una meditada y estratégica adecuación a un nuevo tiempo político y electoral. Un cambio que no impide que internamente continúe existiendo una perversa relación con un pasado que aún genera confort a muchos de sus votantes. EH Bildu suma votos sin renunciar a aquellos que siempre respaldaron a Batasuna, sin necesidad de reconocer la condición terrorista de ETA y maquillando nombres y mensajes para ofrecerse como una alternativa de izquierdas, independentista y desmemoriada. Esta consciente falta del recuerdo o, quizá, la diaria convivencia con muchos de ellos, es lo que deslegitima a EH Bildu como socio político, lo que le convierte en un partido a cuyo cabeza de cartel le resulta más sencillo decir que se arrepiente "de haber dado esa respuesta y no haber respondido que en campaña tenemos que sacar este tema fuera del contexto electoral" que señalar a ETA como una banda terrorista. Esta ha sido, precisamente, una de las claves de la campaña de EH Bildu: evitar que ETA entrase en el debate electoral. Ignorar ese pasado reciente para trasladar una imagen de renovación, de alternativa frente a Podemos y Sumar para apropiarse de estos votos por la izquierda y los de los desencantados del PNV por la derecha, es lo que ha concedido a EH Bildu la posibilidad de convertirse en la primera fuerza política en el País Vasco.

Las urnas deben resolver hoy en el País Vasco una significativa incógnita: ¿Se convertirá EH Bildu en la primera fuerza política por delante del PNV?

Incomprensible para el resto de España, se ha buscado aceleradamente una supuesta normalidad que ha terminado permitiendo que una parte de la sociedad vasca tolere que EH Bildu se haya saltado unos cuantos pasos que debería haber recorrido ofreciendo otras respuestas bien distintas. La posibilidad del ‘sorpasso’ frente al PNV, un partido en exceso acomodado y con claros signos de fatiga en la gestión, ha concedido a esta campaña un protagonismo añadido a EH Bildu y al PSOE le ha dado un papel que buscará rentabilizar esta noche cuando se cierren las urnas.

Las encuestas reflejan esta posibilidad, que resulta de muy difícil comprensión para el resto de España

El seguro crecimiento de EH Bildu, el de una formación que es socia del PSOE en Madrid y aparente rival político en el País Vasco, atiende a la abierta contradicción donde se mueven los socialistas, que han alimentado y concedido protagonismo a la izquierda abertzale en el Congreso mientras desgastaban al nacionalismo moderado. Gobernará Imanol Pradales (PNV) con el respaldo del PSE-PSOE, aunque todo indica que dentro de cuatro años EH Bildu no querrá sentarse en la bancada de la oposición y buscará alojarse en Ajuria Enea. Su poder territorial crece, al igual que lo hace su deseo de tomar decisiones en ámbitos que tradicionalmente han pertenecido al PNV (el caso de Kutxabank, con el deseo de EH Bildu de controlar las fundaciones que conforman el accionariado, es muy revelador).

Las elecciones de hoy, donde la última foto de la noche puede que, en apariencia, sea muy semejante a la actual, no dejan de anunciar un cambio de ciclo. Un tiempo en el que el Gobierno PNV-PSE notará la creciente presión de EH Bildu. 

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Mikel Iturbe en HERALDO)

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