Por
  • Javier Sebastián

Al menos, cállense

Entrevista de Ana Pastor a Luis Rubiales
Entrevista de Ana Pastor a Luis Rubiales
La Sexta

Estoy de acuerdo con Julian Barnes cuando dice que la vida es una manera sobrevalorada de pasar el tiempo. Sin embargo, me divierte mucho ver lo listos que son algunos y lo tontos que son otros, y no querría perderme un espectáculo así por nada del mundo.

Digo esto porque en ‘Vida y muerte de las ideas’, de José María Valverde, leo que entre los sofistas del siglo V a. C. hubo un alumno aventajado que, cuando llegó la hora de pagarle a su maestro por lo que le había enseñado, se negó a hacerlo, porque decía que, si no lograba convencerle de que no tenía por qué pagarle, era porque la enseñanza recibida no era tan buena como para tener que pagarle. Es un tirabuzón de la Dialéctica muy bien pensado. En cambio hoy, al menos en Política, hay quien se conforma con decir que si tu novio ha estafado a Hacienda, aunque lo haya reconocido por escrito, la culpa no es suya, sino de quien lo ha pillado. Y, ya de paso, también del mensajero. Y va y los denuncia. Viejo truco este que delata a quien lo practica, por ser tan elemental como rascarse el culo o andar por ahí con un palillo en la boca. Y lo mismo podría decirse de Koldo García, ese hombre. ¿Se acuerdan de aquel duque que se hacía llamar ‘el Empalmado’, cuando decía que lo que hizo él no era más que lo que veía que hacían los demás? Igual que los Pujol, tonto el último.

La lista de vivales que se justifican con excusas cándidas no tiene fin. Al menos, cállense. Así no tendremos que tomarles también por gente corta de entendederas, justo lo contrario de lo que era aquel joven sofista. Y ahora, Rubiales. Chuleando viene.

Javier Sebastián es escritor

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