Agridulce balance de la temporada de esquí
Las estaciones de esquí del Pirineo aragonés han cerrado la temporada 2023-24 con abundante nieve todavía en las pistas. Sin embargo, la escasez de precipitaciones durante buena parte de la campaña hace que el balance global sea solo de ‘aprobado alto’. Para las estaciones de Teruel también han sido unos meses complicados por la falta inicial de nieve. Una de las lecciones que deja una primera evaluación es la necesidad de reforzar las inversiones en innivación artificial para poder abrir en el puente de la Constitución y mantener una oferta aceptable hasta que llegan las nevadas más intensas.
El grupo Aramón (Cerler, Formigal-Panticosa, Javalambre y Valdelinares) valora la temporada como «satisfactoria» tras haber tenido que adaptarse a un escenario de condiciones meteorológicas cambiantes. La combinación de deporte, competiciones, actividades de ocio, gastronomía y eventos musicales ha atraído a más de 800.000 esquiadores, un 25% menos que la temporada anterior, «siendo de nuevo uno de los destinos de montaña favoritos a nivel nacional», según su apreciación. Para Candanchú y Astún ha sido una temporada «corta e irregular». En general, la campaña ha ido evolucionando de menos a más. La inversión en tecnología de innivación ha sido determinante para asegurar la actividad de todos los centros.
El sector de la nieve se caracteriza por la imprevisibilidad meteorológica, el dinamismo empresarial y la preparación para inviernos más calurosos. Como modelo de desarrollo de algunas comarcas de Aragón, es una actividad que está evolucionando y cada vez pesan más los servicios complementarios que demanda el esquiador. Todas las estaciones deben acostumbrarse a trabajar en condiciones de estrés, con un replanteamiento de servicios y actividades en cotas más altas.
