Un paso decisivo para la gigafactoría de baterías
Stellantis está trabajando ya con la compañía china CATL para la creación de una sociedad con el fin de instalar en Figueruelas una de las mayores fábricas de baterías eléctricas para vehículos de Europa. Las conversaciones están muy avanzadas, aunque todavía falta que se cumpla la condición impuesta por la multinacional automovilística al Gobierno español: la obtención de una sensible cantidad económica del Perte VEC III, los fondos habilitados para la automoción. La pelota está, pues, en el tejado del Ejecutivo central, que debe aprovechar el entendimiento de Stellantis y CATL para impulsar también desde Aragón la apuesta de España por el coche eléctrico.
El gigante europeo del motor y el líder mundial del sector de las baterías están perfilando los detalles para la formalización de una alianza empresarial que uniría la capacidad productiva de Stellantis con la tecnología y la experiencia de CATL. Como otras compañías del sector, la matriz de Figueruelas no llevará adelante un proyecto de estas características, que conlleva una inversión que supera los 2.000 millones de euros, sin un apoyo público sustancial. El Perte (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) es la herramienta idónea para conseguirlo.
En plena transición hacia una movilidad más sostenible y con una competencia feroz desde China con compañías muy apoyadas por su Gobierno, las empresas europeas se ven obligadas a contar también con un amplio respaldo económico de sus instituciones. España debe realizar un esfuerzo porque está a la cola de la electrificación de la movilidad europea y eso amenaza el futuro de su importante industria de automoción, que es además la columna vertebral de la industria nacional.
