Un comisionista nuclear

Koldo García, exasesor del exministro socialista José Luis Ábalos, a la salida de la Audiencia Nacional este jueves.
Koldo García, exasesor del exministro socialista José Luis Ábalos, a la salida de la Audiencia Nacional este jueves.
EFE

España ha sido barrida en aquello de la ejemplaridad, y los tambores de la pandemia han resonado como un artefacto que ha dinamitado la confianza de la población en la gestión de desastres. O, mejor dicho, ha contribuido a garantizar que, como la manida supervivencia de la cucaracha a una bomba nuclear, en España sobreviviría además un comisionista.

Es cierto que las sospechas empezaron con el caso del hermano de Díaz Ayuso, librado de toda culpa por la Justicia, pero en un punto complicado de ejemplaridad de cara a la ciudadanía. Sin embargo, el panorama actual resulta mucho más complejo, con una explosión de presuntas corruptelas que implican a los entornos de los políticos que entonces manejaban los presupuestos públicos y que, todo sea dicho, se vieron ante la complejísima tarea de comprar material sanitario en pandemia. El propio Fernando Simón ha explicado en ocasiones un detalle esencial: en aquellos meses en los que se pasó de la seguridad al caos, los mercados internacionales vivieron una tensión sin precedentes salpicada por una piratería tremenda, trayendo material en un contexto de exceso de demanda sobre países donde las garantías no son las propias de Occidente. Las Administraciones abrieron la mano a contratar por vía de urgencia, rebajando los plazos y controles respecto al sistema habitual; poniendo en cierto modo la alfombra roja para usureros que conocen más la ley que la dignidad.

Quedan semanas de conocer presuntos tráficos de influencias que denotan un hecho clave: España carece de los sistemas de control suficientes para que los entornos de quienes manejan los presupuestos públicos no accedan a estatus privilegiados que les permitan enriquecerse a costa de todos y de todo. Nos podremos rasgar las vestiduras con lo que conoceremos, pero en medio del ruido sería oportuno apuntar a mejorar estos controles. Como dijo un conocido emprendedor español: "En España hay muchos empresarios que viven del BOE". Convendría que un sistema público sea fuerte por sus garantías antes que por su capacidad de negocio.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Juanma Fernández en HERALDO)

Juanma Fernández es periodista

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión