Cartas al director de HERALDO: Hay muchas normas, sí, pero...

Hay muchas normas, sí, pero...

Hay una cuenta en Twitter que se llama ‘Yes, but’. Es la típica para enviarte memes graciosos con un amigo. Refleja situaciones en las que se da algo por sentado y después, en la viñeta de al lado, se ve que no sirve para nada. 

Un par de ejemplos: La pantalla de un coche muestra la imagen captada por la cámara trasera, pero en la viñeta de al lado el conductor está totalmente girado mirando por la luna trasera. Esta otra, además, la viví hace unos días: Una puerta de hospital en la que hay pintada en el suelo una señal gigante de prohibido fumar y después gente fumando o apagando colillas encima de la señal. ¿Por qué cuento todo este rollo? Porque veo que cada vez tenemos más normas pero que de nada sirven si luego no se cumplen. Ejemplos: ¿Se salta un señor la Constitución pero son vitales sus votos para la continuidad de un gobierno? Pues circulen, es por la hermandad de todos los españoles y además voy a felicitarme. ¿Pillan a la mano derecha de un exministro en una trama de corrupción? Pues me voy al grupo mixto. Son hechos graves, pero no pasa nada. Hace unos días saltó la noticia de que la delegada de la Agencia Tributaria en Aragón fue destituida por haber informado de dichas irregularidades. Dudo que sea para ascenderla. No hay semana en la que no tengamos escándalos que acaben tapándose unos a otros y dejando los anteriores sin resolver. De nada sirve tener otros poderes si se les regatea, chantajea o financia. Si el poder ejecutivo ya no tiene quién le controle y los ciudadanos simplemente debemos aceptar las ‘cookies’, al menos que nos dejen parar dos minutos en doble fila cuando vamos a comprar el pan.

Borja Urtiaga Sales. ZARAGOZA

‘Amar es para siempre’

Ha terminado una serie histórica para la televisión nacional. Histórica, por su recorrido, por el hueco que ha ocupado cada tarde en los hogares españoles. ‘Amar es para siempre’ tiene sello costumbrista, cotidiano, recuerda la historia de nuestro país desde tiempos convulsos, con personajes comunes, fieles a la banalidad. Recuerdo salir del colegio, sentarme en el sofá junto a mi abuelo y ver a Pelayo tras la barra del Asturiano. Yayo, ¿qué pasó ayer en la novela?, recuerdo también preguntar cuando el día anterior no la había visto a su lado. Pero si algo le debemos a esta serie es su compañía, porque no todos la veían junto a sus nietos. ‘Amar es para siempre’ era compañía diaria para cada persona que, al comienzo de la tarde, veía un nuevo episodio sintiéndose un poco menos solo al calor de las voces de Marcelino y Manolita. ‘Amar es para siempre’ ha acompañado a miles de personas durante casi veinte años, cada día, sin fallar uno. Por eso, cuando fui a ver a mis abuelos y encontré la televisión apagada, me entristeció pensar en todos los que no recibirían la visita de sus nietos aquella tarde. Gracias por acompañar tantos días, tantos años.

Claudia Lacruz. ALMUDÉVAR (HUESCA)

Habrá que empezar por algún lado

Pensar en una educación moderna supone abrir la mente al aprendizaje flexible, en el que los estudiosos –niños, adolescentes y jóvenes– puedan elegir sus propios currículum, así como los centros y profesores que crean convenientes. Pensar en una educación moderna supone priorizar la lectura comprensiva y la escritura como eje vertebrador, así como entrenar el discernimiento frente a libros, ‘fake news’, noticias, letras de canciones, imágenes o lo que fuere frente a inteligencias artificiales. Significa introducir testimonios de experiencia vital, tiempos de inclusión de las familias en el aprendizaje, de conocimiento de las emociones y de su gestión, de interrelación y asueto en espacios abiertos. Los currículum cerrados para la instrucción obligada de la ciudadanía en aleccionamiento ideológico son una vía muerta, porque internet es un sistema abierto y voluntario de aprendizaje. Cualquier inteligencia artificial supera a un profesor en datos e información actualizada. Salir del sistema supone centros educativos abiertos, a los que entren libremente los estudiosos del mundo, los mal llamados alumnos, puesto que hay alumnos que superan a los profesores en datos. Para cambiar la educación en sentido benéfico, actual y eficaz es necesario modificar el sistema de trabajo y los sueldos. Mientras, los centros constituyen guarderías para pequeños y grandes, donde de forma obligada permanecen encerrados durante seis horas diarias. Los cambios jurídicos encuadrados en reformas reformosas reformitas de matiz político-ideológico ni mejoran ni mejorarán la formación libre de la ciudadanía, sino muy al contrario. Y un poco de tiempo para ejercitar principios de convivencia ciudadana tampoco vendría mal como currículum de libre elección. Al menos que tuviera alguna persona consciencia en las nuevas generaciones de que es cívico sujetar una puerta hasta que la coja la persona que viene detrás; que se camina por la derecha en las aceras y por la izquierda en carreteras; que es de lógica dejar salir de un lugar antes de entrar; que no cuesta crear amabilidad con un ‘buenos días’, ‘disculpe’, ‘pase’, ‘no se agache que ya lo cojo yo’ o quitarse las capuchas y las gorras bajo techado, superando los complejos y miedos adolescentes.

Victoria Tejel Altarriba. ZARAGOZA

El nuevo estadio de fútbol

Centros médicos en precario, colegios con deficiencias, conservatorios obsoletos, empresas sin apoyos, empleados públicos con atrasos pendientes desde hace décadas, agricultores y ganaderos ahogados... Pero Zaragoza tendrá un nuevo estadio de fútbol. ¿Es lo que nos merecemos? ¿Dónde ha quedado la conciencia de los políticos? ¿Nos merecemos que se gaste semejante cantidad de dinero aportado por todos cuando hay tantos frentes mucho más importantes? Nos venderán que el nuevo estadio lo podremos aprovechar para otros eventos, que podrán contarse con los dedos de la mano. Es curioso que otros espacios destinados a cultura se abocan a reformas de edificios ya existentes en lugar de construir espacios interesantes y funcionales. La estación de tren de Delicias fue la primera obra destinada a magnificar el esplendor zaragozano que se convirtió en un pozo sin fondo y es una obra absolutamente desaprovechada. Creo que el estadio actual sobra para el equipo que tenemos, verdaderamente. En fin, es una gran decepción como ciudadano que ve que otras fuentes de cultura se abandonan para potenciar las que mueven masas y anulan conciencias.

Mariano Valdezate González. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas. cartas@heraldo.es

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