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Cartas al director de HERALDO: La retirada del Cubo de la plaza del Pilar

Cubo de Turismo de la plaza del Pilar.
Cubo de Turismo de la plaza del Pilar.
Heraldo

La retirada del Cubo de la plaza del Pilar

Es buena noticia la retirada del Cubo negro de la plaza del Pilar de Zaragoza. Al quitar algo innecesario es oportuno aplicar el criterio de que menos es más. 

Ahí estuvo la Oficina de Turismo desde el año 1991 hasta el pasado mes de diciembre, cuando se trasladó a nueva sede, con nuevo nombre, ‘Centro de Visitantes’, en un edificio de reciente construcción situado cerca de donde ha estado ubicado más de treinta años el Cubo que ahora se va a demoler o trasladar. Y es buena noticia porque hacer de un cubo, simple figura geométrica, un elemento arquitectónico protagonista en el contexto del casco antiguo de la ciudad milenaria, aunque se le llame ‘eclecticismo arquitectónico’, desentona la armonía, como una mosca en un vaso de leche. Caso diferente es, por ejemplo, el monumental Arco de la Defensa de París, que tiene forma de cubo y más de cien metros de altura, ubicado en el distrito de la Défense, rodeado de rascacielos que configuran un ambiente futurista. El Cubo de la plaza del Pilar tapaba la vista de la degradación en que se encontraba la calle Santiago, donde en aquellos años había incluso edificios apuntalados. Ese Cubo negro se va a retirar, «para evitar la barrera visual que genera y mejorar la visibilidad del entorno», según informaba recientemente la alcaldesa Natalia Chueca a la prensa. Así en la plaza de las Catedrales quedará solamente un cubo, de alabastro, situado delante de la Seo, que da entrada al Museo Foro Romano y genera una barrera visual que resta visibilidad al entorno de la catedral del Salvador, tan vinculada con la historia de nuestra ciudad desde hace varios siglos.

José Murillo Berges. ZARAGOZA

Los valles callados

El 5 de marzo los vecinos de Biniés vimos con consternación el desprendimiento que cortó la carretera A-1606 en la zona de la Foz, carretera que une nuestro pueblo con Ansó y que sirve de conexión a los vecinos que trabajaban allí, para el traslado de ganado, las visitas entre familias o para el inicio de excursiones en nuestro valle. Sabíamos que el arreglo de esta carretera iba a ser largo, ya que las unidades de medida –como el número de votos, la influencia de ‘lobbies’ o el interés mediático– que se utilizan para establecer prioridades de inversión son muy escasas por estas tierras. Pero mucho más consternados nos quedamos cuando leímos las declaraciones de nuestros responsables políticos en las que se clasificaba el uso de la carretera como prescindible, ya que «el cierre no implicará graves perjuicios para los habitantes de la zona». Esas palabras cayeron sobre los vecinos como piedras mucho más pesadas que las que derrumbaron la carretera. Somo pocos, menos de 40, pero para algunos esta carretera suponía un nexo entre los pueblos y su cierre sí supone un grave perjuicio. El corte impedirá que muchos turistas de fin de semana o verano se asomen a nuestro pueblo. Los propios vecinos y veraneantes vamos a ver muy dificultadas algunas excursiones. Estamos hablando de los accesos a un ‘espacio natural protegido’, objeto de atracción turística, y la Foz de Biniés alberga interesantes comunidades de rapaces rupícolas que atraen no pocos aficionados e investigadores en ornitología. Los que lo tenemos que sufrir hubiésemos esperado un mínimo de empatía con unos vecinos realmente afectados. Máxime, cuando tanto se lleva lo de la España vaciada sin traducir el término en acciones concretas. Y máxime, en este territorio que va de la Canal de Berdún al límite con Navarra, destinado a ver pasar el agua y a almacenarla para mayor desarrollo de otras tierras y en el que no parece haber prisa por terminar la autovía. No queremos seguir siendo los habitantes callados, ni menos silenciados, de unos valles que mueren bajo la desidia de las administraciones. Somos vecinos orgullosos de nuestro territorio, que exigimos un trato igual al del resto de Aragón y necesitamos vías de comunicación abiertas para sobrevivir con un mínimo de dignidad.

Carlos Giménez Sánchez y otros vecinos de Biniés BINIÉS (HUESCA)

Policías y agricultores

En más de una ocasión he defendido aquí a los sacrificados agricultores y ganaderos y a nuestra eficaz Policía. En fechas recientes hemos visto enfrentamientos desagradables que esperemos por el bien de todos que no se repitan. Tanto los policías como los agricultores son honrados trabajadores y no tienen la culpa de los de lo que sucede. El Gobierno tiene que copiar lo que en su día hizo Adolfo Suárez, la Junta Superior de Precios, que controlaba el beneficio de los alimentos desde su producción, pasando por los intermediarios, hasta el punto de venta, repartiendo la riqueza con equidad. Y había que presentar las facturas a los inspectores en su visita al establecimiento, con el precio de venta que ellos comprobaban. Así de fácil, señor Sánchez, para acabar con los abusos en los precios de venta y que los que más trabajan puedan vivir dignamente.

Enrique Gimeno Clerencia. ZARAGOZA

Ha muerto don Modesto Linares

El día 17 moría en Teruel don Modesto Linares, un músico de verdad. En tiempos de aridez musical él preparaba a multitud de jóvenes que llevaba a examinar a los conservatorios profesionales de Valencia y Zaragoza. Estaba metido en todos los movimientos musicales de la ciudad. Era fundador y dueño de la actual Casa de Música. Mi llegada a Teruel en 1976 me hizo encontradizo con Modesto y le propuse la creación de un Instituto Musical Turolense, que aspiraría cuanto antes y con la ayuda de las instituciones locales a ser centro oficial reconocido por el Estado. Insistí con los prohombres musicales del momento en que el profesorado debía poseer el título profesional de su especialidad y así lo hicieron: unos en el Conservatorio de Zaragoza, otros en el de Valencia, y, aunque a alguno le parece mentira, el señor Manuel Esparrels obtuvo el título de Trompeta en el Conservatorio de Tarragona. Don Modesto, especialista en los instrumentos de púa y pulso, renovó, abriendo su repertorio a la Gaspar Sanz, que no cesaba de recorrer los pueblos de la provincia con un grupo numeroso y bien preparado. Los citados maestros vieron en diciembre de 1940 cómo el Instituto Musical Turolense alcanzaba ser Conservatorio Profesional de Teruel, bajo el patronazgo de la Diputación Provincial y el Ayuntamiento. Hoy, con gran satisfacción, hubieran gozado aquellos maestros que nos han precedido viendo el hermoso Conservatorio actual. Ellos fueron pioneros y en esta fecha, don Modesto, que en paz descanse.

Jesús María Muneta. TERUEL

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