Solo la Lonja

Colas en la Lonja de Zaragoza para visitar una exposición.
Solo la Lonja
Francisco Jiménez

El área de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza continúa interesada en el proyecto de dar vida en la Lonja a la planta superior, ampliando así el espacio expositivo. En ocasiones recientes, en esta columna, he pedido que dejen en paz a la Lonja. 

Este impresionante monumento renacentista ofrece por dentro una visión magnífica, en sus dimensiones, su altura y su rica decoración. Entrar en ella es para admirar un edificio que llama la atención de propios y extraños. Nada tiene que envidiar de las lonjas de las ciudades levantinas

A la Lonja zaragozana no le añaden nada las exposiciones que se organizan, con todo mi respeto para los artistas que por allí han pasado. Se debería despejar su gran salón de los paneles y demás elementos y trasladarlos a otro lugar que reúna las condiciones de sala de exposiciones.

Por coincidir en esta idea, me alegró el artículo reciente del profesor Guillermo Fatás. Se refería al interés del Ayuntamiento en buscar usos para el edificio e insistía en que "la Lonja en sí misma es un objetivo de primer orden. No necesita sino poder ser vista, desembarazada de trastos". Y concluía: "¿Qué más pedir? No la toquéis ya más, que así es la Lonja".

A esta reivindicación se ha venido a sumar la exposición sobre el monumento, ubicada en el palacio de Montemuzo y cuya comisaria es la historiadora del arte Carmen Gómez Urdáñez. Esta especialista en la Lonja muestra su evolución, su funcionamiento y lo que representa. Considera que la Lonja zaragozana debería tener la consideración de Patrimonio de la Humanidad, como ya lo es la de Valencia.

La Lonja zaragozana, terminada en 1551, es la última de las grandes lonjas de la Corona de Aragón –junto con las de Barcelona, Palma de Mallorca y Valencia– y en su construcción se quiso superar a las anteriores. La Lonja de Zaragoza ha sido definida como el edificio plenamente renacentista más importante de Aragón. Fue iniciativa del Concejo de la ciudad, con el patrocinio del arzobispo don Hernando de Aragón, miembro de la casa real aragonesa.

Carlos Sauras es periodista

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Carlos Sauras en HERALDO)

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