Cartas al director de HERALDO: Cansados de gente sin escrúpulos

Cansados de gente sin escrúpulos

Escucho las noticias. Continúan las guerras, las hambrunas, el paro, la carestía, los problemas de los agricultores, pero los responsables ‘de altas capacidades’ que copan los telediarios tienen tiempo para los asuntos que les interesan a ellos. Son capaces de ‘cambiar de opinión’ según sus intereses, dan por válido lo que dicen, aunque sea lo contrario de lo que dijeron ayer. 

Y rodeados de un séquito de abducidos, convencidos de una manera incomprensible. ¿Será que si se mueven no salen en la foto? ¿Tienen miedo? ¿No pueden ver el miedo del que no puede comer, tener calefacción, trabajo, se siente amenazado por delincuentes, como ha pasado en Barbate? ¿Por qué no trabajan por lo que realmente importa? El escritor francés Nicolas Chamfort (1741-1794), moralista, lúcido y escéptico, según explica la Wikipedia, dijo que una persona debería desayunar un sapo cada mañana para estar seguro de no encontrar nada más asqueroso durante el resto del día. Chamfort había apoyado la revolución, aunque no todos sus métodos, y por ello acabó repudiado. Veamos las noticias, no importa que les repitan lo que dijeron antes de ayer, siguen tragando sapos, por su propio interés, por no ponerse de acuerdo buscando el bien de todos, porque están obsesionados con tener razón siempre que haya diferencias con el contrario. La corrupción tiene muchas formas, no sólo la que implica llenarse los bolsillos. ¿Cuándo van a escuchar a tanta gente que les pide en todos los medios que no trabajen para ellos mismos, sino que se unan para trabajar por el país, por todos? Ya estamos cansados de gente sin escrúpulos.

Tomás López. ALCAÑIZ

Dificultades para ir al colegio

Soy la mamá de un niño de 5 años que vive en Gallocanta, un pequeño y encantador pueblecito de Zaragoza. No sólo está él, hay otras cuatro niñas más. Todos, escolarizados en el CRA de Used, a 10 km, junto con otros cinco niños de esta localidad y uno de Torralba de los Frailes. Vivimos en la llamada ‘España Vaciada’, de la que tanto se habla. Nos hemos tenido que buscar la vida para que nuestros hijos vayan en coches particulares al colegio; nos ha costado casi tres años que aprueben el transporte de nuestros hijos. Tampoco hemos recibido ninguna beca de transporte, así que hemos tenido que asumir el gasto. Hace algunos meses, tras muchas llamadas y reuniones de nuestro alcalde, se consiguió que por fin nos aprobasen el transporte. pero surgieron trabas. Si van en autobús, necesitamos monitor titulado; si van en un taxi, tiene que ser con al menos 6 plazas y ninguno quiere hacerlo, unos porque ya hacen alguna ruta, otros por el presupuesto. Y aquí estamos, esperando que la Administración nos dé una solución. Estas son las facilidades que nos dan para conciliar y para que vivamos en estos pequeños pueblos que tanto amamos. Ojalá se nos escuche, pero las dificultades, cada vez mayores, con las que estamos viviendo nos hacen plantearnos marcharnos a la ciudad. Así nuestros pueblos cada vez están más vacíos.

Ana Isabel García Larracoechea. GALLOCANTA (ZARAGOZA)

La amnistía y la convivencia

Pretende el presidente Sánchez convencernos de que la ley de amnistía no es a cambio de los siete votos de Junts, sino que lo es por la convivencia. La RAE define convivencia como acción de convivir, es decir, vivir en compañía de otros o vivir en armonía. Es decir que las dos partes deben poner de su parte. Pero mal se puede convivir cuando una parte pretende continuar con las mismas acciones que generaron la situación actual.

Manuel Vargas Ramírez. ZARAGOZA

En torno al aborto

En estos tiempos de tanta tensión política, poco espacio nos queda a los ciudadanos de a pie para que nuestra opinión sirva para algo. Se nos deja participar en la vida pública solamente en unas elecciones periódicas en las que tratan de convencernos para que apostemos por unas determinadas promesas. En el día a día solo podemos manifestar nuestra opinión en círculos mínimos o, como mucho, en páginas que la prensa ofrece. A esta hay que agradecérselo, en nuestro caso al HERALDO. Un ejemplo práctico: Francia ha incluido como derecho constitucional el aborto. No es cuestión de debatirlo éticamente, pues ya está dicho todo desde innumerables puntos de vista, pero me llama la atención que en estos tiempos de feminismo y de igualdad, tras un acto con obvia necesidad de intervención de un hombre y una mujer, sea ésta quien pague las consecuencias de manera bastante dramática, mientras la otra parte sale de rositas sin asumir ninguna responsabilidad: hablo en términos generales. Algo cruje en esta manera de solucionarlas. No es fácil enfocar adecuadamente este asunto, pero veo necesaria una cultura adulta, en detalle, del camino que a que conducen determinados actos, fruto de momentos un tanto inconscientes, que luego la consciencia lamenta. Aquí hay un campo donde las mujeres que defienden sus derechos podrían proteger a numerosas congéneres indefensas: todos, incluso los hombres, lo agradeceríamos.

Francisco Alós Barduzal. ZARAGOZA

Etopia, dirección Terminal

Leí una noticia con sabor amargo: Etopia iba a sufrir un profundo recorte en su financiación por parte del Ayuntamiento de Zaragoza, a solicitud de Vox, que afectaría a la programación cultural, de difícil "capitalización". ¿En qué momento la cultura es de fácil o difícil capitalización? ¿Son criterios objetivos los que determinan si una exposición o programa es ‘capitalizable’? ¿Va a cerrar Etopia? Intuyo que Etopia no cerrará, pero, aunque no crea en dicha clausura, rechazada por campañas ‘on line’, el catálogo cultural de la ciudad va a verse reducido en un espacio quizá no capitalizable, pero sí necesario y que merecía un final más transparente. Por último, queda reflexionar sobre qué es cultura. Sin duda, no es el mismo concepto el que se tiene en Vox que en Etopia, y parece que tampoco el que tiene el equipo municipal. Cabe recordar que cultura no es solo una foto de la alcaldesa en un dragón en el Teatro Principal, o la reserva del Príncipe Felipe para ver la final de un ‘talent show’. Si se gobierna para todos, deben entenderse los distintos rostros de la cultura, a riesgo de no obtener siempre fotos favorecedoras.

Óscar Ibáñez. ZARAGOZA

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