Redactor de HERALDO DE ARAGÓN

Este Conservatorio es una ruina

Condiciones del Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza
Este Conservatorio es una ruina
Heraldo.es

Aragón es una de las pocas comunidades autónomas que no tiene un orquesta sinfónica profesional sostenida por fondos públicos. Y es, también, una de las comunidades donde los alumnos de un conservatorio, para ensayar, buscan unas escaleras, un pasillo o, en el peor de los casos, un cuarto de baño, para aprender. 

Y es que en Zaragoza Euterpe, la hija de Zeus, toca la flauta entre aromas a herrumbre y zotal. Quién sabe, quizá el chaval que ahora ensaya sobre la tapa de un inodoro sea dentro de unos años el solista del ‘Concierto para trompeta de Haydn’ en una de las inolvidables veladas del Auditorio. Todo puede ocurrir porque Aragón es tierra de extremos, reserva biosfera del surrealismo.

La situación que vive el Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza, un centro educativo en el que este año cursan estudios 670 niños y jóvenes zaragozanos, no es nueva; es más, se arrastra desde hace dos décadas sin que los sucesivos gobiernos autonómicos ni las cinco resoluciones del Justicia de Aragón hayan servido para ponerle remedio. A principios de 2022 los alumnos llegaron a ofrecer un concierto bajo el puente de Hierro para dar a conocer los problemas que sufren. Salieron en los telediarios. Y hasta hoy.

El Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza, ubicado en un edificio de la calle de San Vicente de Paúl de Zaragoza, está desbordado desde hace años

Representantes del profesorado, de los alumnos y de sus padres comparecieron hace unos días en las Cortes de Aragón para exponer una vez más sus problemas. El desaliento no va con ellos porque saben que les asiste la razón. Y recabaron el apoyo unánime de todos los grupos políticos, como lo vienen recibiendo desde hace décadas.

Pero en una tierra en la que muchos problemas culturales se enquistan y eternizan (ahí están el Fleta, el edificio de la antigua Escuela de Artes, La Mantería o el Archivo Histórico Provincial) la solución para el Conservatorio Profesional de Zaragoza no puede demorarse más.

Se ‘acomodó’ en 1993 en el edificio de un antiguo colegio en la calle de San Vicente de Paúl, 39. Era entonces una solución provisional, por cuanto el inmueble era a todas luces inadecuado. Al estar catalogado, no se pudieron hacer en él modificaciones que eran necesarias. Las persianas fijas exteriores no se pueden abrir, en la mayor parte de las aulas la iluminación es artificial, e incluso en los últimos años ha habido goteras.

Los 670 alumnos y 82 profesores merecen un centro moderno y funcional en el que enseñar y aprender en paz

El centro nació ya desbordado, y hace ahora 26 años se le asignaron de forma ‘provisional’ ocho aulas del IES Pedro de Luna. Hoy ya son 20, espacios todos que no están preparados para enseñanzas musicales y carecen de insonorización. Y se obliga a los alumnos, muchos de ellos niños, a trasladarse de un edificio a otro en la misma tarde.

El conservatorio dispone tan solo de nueve cabinas de estudio, habitáculos de entre seis y nueve metros cuadrados, de los que solo dos tienen ventilación. Como el número es claramente insuficiente, algunos alumnos usan pasillos, escaleras e incluso los cuartos de baño a modo de aulas de ensayo Ahí está Euterpe, la hija de Zeus.

Ha llegado la hora de poner fin a esta situación y dar una solución digna a alumnos y profesores. Por ellos, por la música, por Aragón. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión