La base es buena. La economía aragonesa tiene entre sus fortalezas una presencia destacada en sectores de actividad sólidos y, sobre todo, con proyección de futuro. Ámbitos intensivos en tecnología cuyo impulso ha ido a más después de la pandemia, no en vano de los 445.000 puestos de trabajo creados en estas ramas entre 2013 y 2023 en el conjunto del país, 255.000 se generaron los primeros siete años y 200.000 en los últimos tres, según recoge el informe ‘Mapa del empleo tecnológico en España’, elaborado por la Fundación Cotec.

El estudio sitúa a Aragón como quinta comunidad con mayor porcentaje de afiliados en las 13 ramas de actividad económica incluidas en el análisis. Su 8,8% solamente lo superan la Comunidad de Madrid (10,6%), Navarra (10,2%), País Vasco (9,9%) y Cataluña (9%).

Clave en el posicionamiento aragonés es el peso que tiene en la región la industria del automóvil, con la fábrica de Stellantis en Figueruelas como motor principal y un parque de proveedores que lleva años ampliando horizontes, a los que hay que sumar la positiva evolución de los productores de otro tipo de vehículos como Lecitrailer o Schmitz Cargobull. La incorporación de la industria 4.0, que conecta a trabajadores con máquinas, y la electrificación han impulsado de modo importante la innovación en ese sector. 17.230 del total de los 54.129 empleos tecnológicos que Cotec atribuye a Aragón corresponden a la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques.

La programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática, con 8.910 trabajadores, es el segundo sector tecnológico con más presencia en la Comunidad, seguido de la fabricación de maquinaria y equipo, que aporta 7.038; de la fabricación de material y equipo eléctrico (5.621) y de la industria química (4.868).

La otra cara de la moneda que el informe de la Fundación Cotec refleja para Aragón es la evolución del empleo tecnológico en los años analizados. Ahí es la tercera por la cola en crecimiento. El ranquin lo encabezan la Comunidad de Madrid, Cataluña, Valencia y Andalucía, comunidad que recoge la sobresaliente generación de este tipo de puestos de trabajo en Málaga, cuatro veces superior a la de Zaragoza.

Lo grave de esta situación no es que no existan proyectos empresariales de futuro, sino que falta gente cualificada para llevarlos a cabo. Consultoras de tecnología y otras empresas de áreas con elevados componentes de innovación llevan años reclamando a instituciones educativas y administraciones más plazas para puestos que se necesitan. La economía aragonesa, que tiene sus fortalezas, no puede dar el salto por falta de personal con la formación idónea para iniciativas que esperan ser desarrolladas.

El ‘think tank’ Aragón, foro estratégico de conocimiento y colaboración creado por CEOE y que preside Antonio Cobo, exdirectivo de Stellantis, situaba el pasado viernes, en la enumeración de las áreas de mejora de la economía aragonesa, diez áreas de mejora, la primera de ellas relacionada con el capital humano. La Comunidad, recogía en su ‘white paper nº 1’, tiene problemas de captación, retención, calidad y disponibilidad de talento.