El arquitecto y el conde
En 2011 el Ayuntamiento de Morata de Jalón publicó un libro sobre la historia del municipio, escrito por Marisancho Menjón, a la que yo admiraba por ‘Jánovas, víctimas de un pantano de papel’. El libro sobre Morata lo leí antes de que su extraordinario palacio pudiera visitarse.
Marisancho Menjón dedica al singular edificio muchas páginas y mucha documentación gráfica. Siempre tuve muchas ganas de ver su escalera principesca, su salón dorado y las escaleras de caracol por el interior de los torreones. La ocasión llegó a través de Antonio Maestro, dinamizador cultural con el que nos unimos a la visita que organizaba la Comarca de Valdejalón. Tuvimos un guía de lujo, José Luis Cortés, historiador del arte y profesor de la UNED. Me habría gustado tener unas gafas experimentales que grabaran en mi cerebro tal caudal de información sobre arquitectura barroca, historia del Condado de Morata con Francisco Sanz de Cortés como conde interesantísimo, vicisitudes del arquitecto y no menos interesante Juan de Marca, cuya obra merece tesis doctorales, sobre las 77 enigmáticas figuras del alero que se ven muy bien desde los óculos de la falsa, y todo contado con la pasión de quien ama la belleza y ama su trabajo. El puente de Capurnos entre Morata y Chodes, que tantas veces hemos enseñado a nuestros amigos como obra de ingeniera asombrosa, volvimos a verlo bajo sus espectaculares dovelas de piedra. Desde allí le mandé a Juan de Marca un abrazo virtual, río Jalón arriba, hasta el año 1678 en que murió a la edad de 46 años, agotado y consumido por los disgustos y problemas que tuvo con el Conde. Mantuvo su independencia de criterio hasta el final, sin doblegarse ante nadie.
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