Por
  • Mayte Pérez

Aragón, tierra de pactos... dinamitados

Aragón, tierra de pactos... dinamitados
Aragón, tierra de pactos... dinamitados
Heraldo

Aragón ha sido, desde tiempos inmemoriales, una tierra de pactos que también se ha trasladado a nuestro Parlamento durante décadas. La lógica confrontación entre los distintos grupos políticos ha discurrido, sin embargo, sincronizada con un respeto a las reglas escritas y no escritas para favorecer el debate de ideas necesario.

Porque hasta esta legislatura, iniciada por el presidente Jorge Azcón, el diálogo –hoy convertido en gresca– nunca fue temido y, por tanto, nunca fue bloqueado permanentemente.

Entiendo que muchos lectores piensen que los políticos hablamos una jerga que solo nos interesa a nosotros. Pero creo que el respeto a la oposición es síntoma de democracia; creo que respetar los tiempos para derogar leyes que ha costado meses y años sacarlas adelante con diálogo y mucha negociación, también es un signo de tolerancia, además de consideración al que se pretende ganar. Con prisas han barrido la Ley de Memoria Democrática de Aragón de 2018, una norma elaborada con el objetivo de cicatrizar heridas y seguir adelante pensando en el cercano centenario de la Guerra Civil y que nuestro país, lejos de ello, se empeña en revivir permanentemente.

Pero son muchas más las formas de acallar a la oposición, impidiendo que nuestro Gobierno, consejeros y presidente a la cabeza, dé cuenta de su gestión sobre asuntos que interesan a los pacientes, a los escolares o a los agricultores, por citar algunos colectivos que son sociedad civil, que somos todos, en definitiva. No es elegante –ni digno– una utilización partidista de cualquier asunto para generar enfrentamiento, como es la firma de una declaración institucional que requiere unanimidad.

Asimismo, es respeto a la democracia jugar limpio, no mentir y hacer lo contrario de lo dicho, como prometer ayudas directas a agricultores, la primera medida si ganaba las elecciones y que hoy ni están ni se las espera.

Hace unos días el presidente de Aragón se hizo una enmienda a la totalidad a su discurso en la oposición, poniendo al descubierto su estrategia de desgaste y falsedades, como aquella realidad catastrofista pintada para ganar las elecciones cuando las únicas buenas noticias que hemos tenido en estos seis meses de gobierno provienen de proyectos que cerró el anterior Ejecutivo socialista, con las energías renovables como principal reclamo, y que el PP ha paralizado creando una comisión de investigación, aunque ahora le pese.

En lugar de continuar la tradición aragonesa del debate
y el pacto, el Gobierno de Jorge Azcón ha adoptado una actitud revanchista y de desprecio hacia la oposición

La realidad es que en este primer medio año de gobierno de Azcón la ‘cuenta de resultados’ está ya en negativo. Nos dejó su célebre frase sobre la fábrica de baterías, "a mí no se me habría escapado", y con él tres grandes empresas ya han abandonado Aragón, como la planta de Amazon en La Muela, la naviera Maersk en Mercazaragoza y la empresa Airtex.

Gran culpa de lo ocurrido es la permanente ausencia del presidente de las funciones que tiene encomendadas porque está más pendiente en proyectarse como barón del PP, porque le ocupa y le preocupa más lo que pasa en Génova que en Aragón, reflejado en innumerables viajes a Madrid y alguno que otro de ocio, más que a cualquier localidad o ciudad aragonesa.

El señor Azcón ha heredado una Comunidad que iba a velocidad de crucero y a la que puede seguir dando continuidad al gran impulso dado en los últimos años en materia aeroespacial, logística, movilidad y automoción, economía digital y tecnológica, industria farmacéutica y agroalimentaria, entre otras, con proyectos de compañías multinacionales que colocan a Aragón en una referencia europea puntera.

Ello debería suponer un orgullo para todos pero el señor Azcón ejerce una mentalidad revanchista que busca imponer la amnesia sobre la etapa anterior sin entender que crear un sentimiento de comunidad a través de grandes acuerdos favorecerá nuestra proyección porque llegaremos donde nos propongamos, pero juntos. No despilfarre el caudal de éxitos cosechados gracias al pacto. No dinamite, Sr. Azcón, nuestra seña de identidad más preciada.

Mayte Pérez es portavoz del grupo parlamentario socialista en las Cortes de Aragón

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