Concepción Gimeno, magistrada del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de Zaragoza, ha sido elegida en las Cortes nueva Justicia de Aragón. Será la primera mujer en dirigir la institución, ha recibido el apoyo de 58 diputados y ningún voto en contra. 

Ahora tiene por delante la encomienda de proteger los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos reconocidos en nuestro Estatuto. Para ello deberá ser muy exigente con el Gobierno de la Comunidad y las entidades locales. Los ciudadanos confían en su tenaz desempeño.

El Estatuto de Autonomía de Aragón (1982) volvió a dar vida al Justiciazgo, una institución propia del Reino de Aragón nacida en el siglo XIII y abolida en 1707 junto a los Fueros, la Diputación y las Cortes. La actual, si bien su nombre evoca con acierto aquella notable invención jurídico-política, es de otra clase y carece de jurisdicción propiamente dicha. Hoy, auxiliada por un equipo asesor, tiene una misión inspectora y protectora de los derechos de los aragoneses y de sus leyes específicas, actividad en la que no median sentencias, sino advertencias y recomendaciones. Toda esta carga histórica y tutora hace que hoy sea un día singular para uno de los símbolos de la Comunidad autónoma, puesto que por primera vez una mujer ha sido designada para el cargo.

Concepción Gimeno tomará hoy posesión y definirá las líneas maestras de esta nueva etapa en el Justiciazgo. Como reconocida especialista en derecho administrativo está en condiciones de ejercer un riguroso control de las administraciones en beneficio de los aragoneses. También tiene un amplio aval de las Cortes, donde PP y PSOE se han puesto de acuerdo para elegir a una juez de reconocida fama dentro del Poder Judicial, generoso vivero de servidores públicos independientes. Solo Vox, socio de gobierno de los populares, ha votado en blanco, al igual que Podemos e IU. El pacto de las dos fuerzas mayoritarias debería ampliarse y generalizarse en otros muchos asuntos tanto en Aragón como en el resto del país.