El Jefe del Estado ha hecho una defensa cerrada de la independencia de la Justicia como esencia del Estado de Derecho que todos "han de preservar y respetar". 

Así ha mostrado su apoyo a la judicatura en la entrega de despachos a la nueva promoción en Barcelona junto al ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, y el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte. El Rey Felipe VI se ha mantenido fiel al mensaje que ha lanzado en sus últimas intervenciones públicas: la defensa de los principios democráticos, la Constitución y la unidad de España.

En plenas negociaciones por la polémica ley de amnistía y tras los ataques de varios grupos políticos a los jueces por supuesto ‘lawfare’, el Rey ha aprovechado el acto en la capital catalana para reivindicar "la función de juzgar y ejecutar lo juzgado", una labor "atribuida en exclusiva a un poder del Estado independiente y plenamente separado de los demás poderes". También ha remarcado "el respeto a las resoluciones judiciales y la igualdad de todos ante la ley" como condiciones indispensables de una democracia. Con evidente voluntad pedagógica, el Jefe del Estado se viene expresando con claridad meridiana en defensa de los valores democráticos y constitucionales como éxito colectivo de la España del último medio siglo y herramienta para el futuro. "Sin Justicia, y sobre todo sin una Justicia independiente, no existiría verdaderamente el concepto de una comunidad política democrática", ha señalado durante su discurso. "Su conquista fue una aspiración largamente anhelada por los españoles y su plena vigencia es imprescindible para nuestro desarrollo económico y social". "Será, por tanto, vuestra principal obligación", ha advertido a los nuevos jueces (119 mujeres y 41 hombres). En los últimos años, recordar los principios generales democráticos se ha vuelto no solo necesario sino muy valioso.