Redactor de HERALDO DE ARAGÓN en la sección de Deportes

Ávida dollars

Ávida dollars
Ávida dollars
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No se escondía en su disco ‘Ávida dollars’ cuando decía aquello de: "Los buenos negocios son la mejor de las artes". Tampoco era casual aquel título, que recogía la pulla que lanzó en su día André Breton contra Salvador Dalí: afirmaba que el pintor estaba sediento de dinero y, de hecho, ese ‘Ávida dollars’ surge de recolocar todas las letras del nombre del artista de Figueras.

El documental ‘Esta ambición desmedida’, recién estrenado en Movistar+ sobre la última gira de El Madrileño (o C. Tangana), se centra mucho más en el vil metal que en el arte canoro. Pucho (este hombre tiene mil nombres) se pasa la mitad del metraje amenazando con cancelar la gira y la otra mitad repitiéndose a sí mismo cuánto dinero está ‘palmando’ por hacer un ‘show’ tan mastodóntico. Es cierto que el espectáculo valía lo que costaba, y no lo es menos que el documental vuelve a poner sobre la mesa la eterna cuita de si el arte ha de estar o no supeditado a ciertas reglas mercantiles.

No es una reflexión vaga ni etérea sino que se revela mucho más cercana y prosaica cuando, por ejemplo, en una comisión de Cultura los próceres zaragozanos discuten si los teatros levantan la persiana para hacer caja (siempre se presume de los resultados en taquilla del Principal) o para brindar una programación de calidad. Ambos objetivos son legítimos e incluso pueden maridar bien, pero la función y utilidad del arte ha de valorarse más allá de recaudaciones, ‘shares’, parnés e intereses pecunarios. Las buenas obras culturales son aquellas que sanan, revuelven, alegran, embellecen, llenan, generan empatía, acompañan e, incluso, salvan. El resto es ambición, desmedida o no.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Christian Peribáñez en HERALDO)

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