El misterio del parador de Veruela

Claustro del monasterio de Veruela.
Claustro del monasterio de Veruela.
Laura Uranga / HERALDO

Es verdaderamente llamativo el caso del proyectado parador nacional de Veruela, sobre todo por el espeso silencio que se ha impuesto sobre su situación. Yo entiendo que posiblemente hablar de ello produzca erisipela en ciertos ámbitos, pero no vamos de dejar de insistir en pedir que se den las explicaciones necesarias que rodean este disparate y se deriven también responsabilidades por la desastrosa gestión que ha acompañado desde el principio la puesta en marcha del parador.

Como es sabido, se anunció su apertura para el año 2008, coincidiendo con la celebración de la Expo que tuvo lugar en Zaragoza; se dijo que serviría para dinamizar una comarca que cuenta con varios atractivos turísticos y que implicaría la recuperación definitiva del monasterio cisterciense de Veruela. Lo que quiere decir que arrastra un retraso de nada menos que dieciséis años. Paradores, la entidad que agrupa estos establecimientos hoteleros del Estado, y que ha cambiado recientemente de presidente (la exministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana Raquel Sánchez ha sido nombrada en diciembre presidenta de Paradores en sustitución de Pedro Saura), ha ido demorando la apertura de Veruela año tras año, sin dar explicaciones plausibles; para más inri, sucesivos ministros del ramo han ido visitando las obras y anunciando fechas de apertura sin que nunca se cumpliesen, demorándose así su inauguración ‘ad calendas graecas’, y, desde luego, sin dar ni una sola explicación razonable. Y mintiendo descaradamente.

La apertura del parador de Veruela, situado en el monasterio cisterciense, viene
retrasándose desde hace dieciséis años, sin que las autoridades competentes
hayan dado ninguna explicación convincente

Es más que probable que una instalación hotelera abandonada desde hace tantos años haya sufrido importantes deterioros, que requerirán una costosa reparación, elevándose así el coste final; pero claro, como el dinero público no es de nadie, según sentenció la inefable ministra socialista Carmen Calvo, no importa que se hayan enterrado inútilmente en Veruela unos cuantos millones. Y, por supuesto, aquí no aparece ningún responsable y, que se sepa, no ha sido ‘dimitido’ nadie. Pero ¡qué más da, si esto es jauja y el país va como un tiro!

No sabemos si la nueva presidenta se dignará dar alguna explicación o compromiso de apertura desde su confortable poltrona pagada con unos 180.000 euros al año, pero toda la comarca del somontano moncaíno, que sin duda se hubiera beneficiado de la existencia de su parador, se merece una reparación por esta tomadura de pelo a que se ha visto sometida, mientras sus pueblos languidecen lentamente. Ya está bien de ausencias, de silencios cómplices, de tan penosa gestión. También la DPZ, como entidad tutelar de los pequeños entes locales, podría hacer algo más.

Me queda la esperanza de que el nuevo director general de Turismo del Gobierno de Aragón, un hombre profesional y aguerrido como es Jorge Moncada, tenga en su agenda interpelar y exigir a las autoridades competentes que acaben ya con este misterioso y vergonzoso caso del parador de Veruela. Seguiremos hablando de Veruela hasta que veamos abierto lo que empieza a ser un dudoso parador. ¡Qué pena!

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por José Luis de Arce)

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