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Cartas al director de HERALDO: Adiós a la vieja marquesina

Los desperfectos en la marquesina del autobús eran visibles este martes.
Adiós a la vieja marquesina.
José Miguel Marco

Adiós a la vieja marquesina

El tiempo está enloquecido. Un día alcanzamos 20 grados, el siguiente nieva. Algo parecido nos pasa a las personas. Ya sé que hay que practicar la psicología positiva, pero resulta imposible evadirse de la irracionalidad que nos infecta, un virus más peligroso que la covid. Hace unos días, llegué a la parada del autobús. 

Unos obreros estaban quitando un cristal de la marquesina. La estaban desmantelando. Me quedé mirándola fijamente. Traté de retener en mi memoria la capacidad de los asientos, el panel informativo colocado en el lateral, un lugar fácilmente visible durante la espera. Sentí pena: D. E. P. Una semana después, ya no había nada. Me invadió ese vacío que genera la incomprensión, no solo por la ausencia, sino por lo que iba a suponer el relevo. Comprendo que se deben realizar cambios, la renovación es fundamental para las ciudades, pero mis desesperadas neuronas me comunican que dichas modificaciones deben suponer una mejora para los ciudadanos. Nada más lejano a la realidad, porque la novedad significa menos espacio ocupado por los bancos y una lectura del tiempo de espera más complicada. Teniendo en cuenta también que va a disminuir la frecuencia de algunas líneas, la probabilidad de tener que permanecer de pie y más tiempo va a aumentar. Las personas mayores son las más perjudicadas. Tienen más necesidad de sentarse y, como no suelen manejar la tecnología, si quieren conocer la evolución de los minutos que faltan, tendrán que levantarse y eso a ellas les resulta más costoso. Sé que la empresa correspondiente quiera ganar dinero pero, dado que los usuarios vamos a pagar la obra con nuestros impuestos, lo lógico es que nos beneficie. Y luego dicen que tenemos que utilizar el transporte público.

María Pilar Ciprés Domínguez. ZARAGOZA

Una gestión sin fotos

Somos alumnos de distintos cursos de Escritura Creativa en la Universidad Popular de Zaragoza (UPZ). Como la demanda de estos cursos es alta, sin duda entre otras cosas por la positiva actitud de Rosa, nuestra profesora, matricularnos supone una carrera de obstáculos y la suerte decide, en última instancia, la distribución de las plazas. Este año, por enfermedad de nuestra profesora, han decidido desde algún estamento que desconocemos suspender nuestros cursos y devolvernos el dinero de la matrícula. No hay sustituto ni esperanzas de

contratarlo. No hemos podido hablar con ningún responsable ni conseguir que alguien nos aclare si estos existen y si están decididos a ejercer como tales. Nada. Solo el silencio por respuesta. Ni siquiera aparecen los que, con ocasión del 40 aniversario de UPZ, nos pidieron nuestro compromiso con los actos, que se reflejó en nuestras lecturas a lo largo de una fría tarde de otoño. Seguramente la UPZ no permite demasiado lucimiento dentro del Ayuntamiento y su gestión no invita a reportajes fotográficos con amplia repercusión en los medios. Simplemente es una institución que imparte cultura y formación a algunos sectores que, de otra forma, no tendrían acceso a las mismas.

María Asunción Rodrigo Arribas. Delegada del grupo ‘Escribir ficción: el relato corto’ de la UNIVERSIDAD POPULAR DE ZARAGOZA

Aragón también tiene sed

Estos días varios independentistas catalanes, de la órbita de los CDR (comités de defensa de la república), arrancaron de cuajo varios carteles informativos en carreteras aragonesas y en su lugar colocaron la información en catalán. También hicieron pintadas reclamando los ficticios Països Catalans de 4.200 kilómetros cuadrados de territorio aragonés. Esto solo puede entenderse como vandalismo a través de grupos radicales independentistas e ignorantes. Hay otra reivindicación que me causa mayor preocupación que la de estos fanáticos. Y es que la tercera vicepresidenta del Gobierno PSOE-Sumar, Teresa Ribera, vuelve abrir la puerta al trasvase del Ebro a Cataluña, algo que siempre ha sido una obsesión para gobiernos de la comunidad vecina. La crisis climática está provocando una falta de reserva de agua en muchas cuencas. Algo que se veía venir pero que en Cataluña se acentúa por la mala gestión de los recursos y ambiciosos macroproyectos que demandan mayor cantidad de agua. Entre otros, Vila-Seca y Salou con nuevos grandes hoteles, la ampliación del circuito de Montmeló, aeropuerto o el complejo turístico Hard Rock. Mientras Aragón, siempre con la espada de Damocles trasvasista, intenta recuperar ecosistemas acuáticos y acuíferos y demanda obras pendientes, tan necesarias para muchos de sus secanos. Porque Aragón también tiene sed. Y sus razones hay que buscarlas no sólo en la historia pasada de este pueblo, sediento como pocos, sino también en su presente y, fundamentalmente, en su futura subsistencia.

Daniel Gallardo Marín. ZARAGOZA

Modernas y antiguas iglesias

Me casé un sábado ventoso de febrero de hace casi 46 años en la parroquia del Buen Pastor, en el barrio de Torrero. La estructura semicircular del templo refleja el carácter comunitario de la asamblea litúrgica. En medio se alza una pequeña talla del Buen Pastor. Mi hermano se casó en la parroquia de Santa Mónica, en la Romareda, ejemplo de arquitectura contemporánea que destaca por su cuidada volumetría, su composición, su funcionalidad y por no ajustarse a convencionalismos. No me gusta este tipo de iglesias, prefiero las antiguas. Me gustan los templos antiguos, acogedores, con historia, como el Portillo, Santiago el Mayor, San Pablo, San Juan de los Panetes, San Cayetano. Los orígenes de la iglesia del Portillo se remontan al siglo XII, cuando se edifica un pequeño oratorio en el mismo lugar de la aparición de la Virgen. El templo está declarado Monumento Nacional, fachada de estilo neoclásico. Fue muy dañada durante los Sitios y alberga el mausoleo dedicado a sus Heroínas. La iglesia de Santiago el Mayor es lo único que se ha conservado del convento de San Ildefonso, abandonado durante la Desamortización de Mendizábal y usado un tiempo como hospital militar. Su construcción comenzó en 1625. Edificio de enorme fachada flanqueada por dos torres. El interior es de estilo barroco italiano. La iglesia de San Pablo se considera la tercera catedral de Zaragoza. Su primera fábrica, en estilo gótico-mudéjar, data de finales del siglo XIII. En 1931 fue declarada monumento nacional y en 2001 Patrimonio de la Humanidad. La iglesia de San Juan de los Panetes está catalogada como Bien de Interés Cultural y monumento nacional. Su construcción se terminó en 1725. San Cayetano es de construcción barroca, iniciada en 1682, con retablo hecho de jaspes y fachada con adornos de alabastro.

Antonio Nadal Pería. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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