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Cartas al director de HERALDO: Un lugar para vivir y convivir

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Un lugar para vivir y convivir
MACIPE

Un lugar para vivir y convivir

No hay peor hijo que el que reniega de su madre, que le dio la vida. Tampoco hay peor vecino que el que critica y publica los males de su pueblo sacándolos en prensa, radio y televisión, poniéndonos un cartel a los demás habitantes como si estuviéramos en una película del Oeste americano en una ciudad sin ley.

Este servidor está orgulloso de sus raíces ancestrales en Épila, me sabe muy mal que quieran destruir nuestra vida y convivencia con unas acusaciones que en todos los pueblos, si no son iguales, son muy parecidas. No veo los robos de La Almunia de Doña Godina, ni de Ricla, tampoco de Calatorao, por nombrar algunas. ¿Dónde está el orgullo de los habitantes de esta población, que se ha conseguido con sangre, sudor y lágrimas?

Un pueblo rico, industrial, agrícola y ganadero, desde primeros del siglo XX, con la gran fábrica azucarera, en la primera mitad del pasado siglo XX, teniendo muchos más habitantes que la cabeza de comarca de La Almunia de Doña Godina, con todos los oficios y servicios que necesitaba una población de casi 7.000 habitantes.

En estos tiempos es Épila uno de los pueblos con más porvenir de todo Aragón. Y lo mejor de todo, a treinta minutos de Zaragoza. Las gentes de esta localidad nos conocemos todos, teniendo un ejemplar comportamiento todos y cada uno de sus vecinos, donde se celebran los éxitos y sufrimos con las familias los momentos de dolor. No hay lugar en el mundo en el que se pueda vivir y convivir mejor que como hacemos todos los habitantes de esta villa de Épila. Por la libertad se vive en los pueblos. ¡Viva Épila por y para siempre!

Mariano Remiro Monteagudo. ÉPILA (ZARAGOZA)

El legado de Loscertales

Parece ser que levantar una empresa de prestigio durante 105 años en Zaragoza, con más de 500 empleados, que ha creado unos muebles únicos en calidad y personalidad y que han sido un orgullo para nuestra ciudad, no son suficientes argumentos para acoger los 12.000 planos donde están contenidos sus diseños. Y, por esto, es una pena que estos 12.000 planos del archivo de Loscertales terminen en Pamplona. La falta de interés por lo nuestro, por lo que hemos visto crecer, nos llevará a una ciudad sin personalidad y sin historia. Es importante tener visión de futuro, pero no por eso tenemos que menospreciar nuestro pasado.

Concha Marcellán Mantecón. ZARAGOZA

A contra corriente

Escuchaba en la radio, hace unos días, a un científico español, profesor en una universidad americana y otra española, explicar que contamina muchísimo menos la energía nuclear que las placas solares, los aerogeneradores y las baterías de coches eléctricos. Explicaba que es bonito para el mundo desarrollado obtener los componentes tóxicos en minas de África, Sudamérica, etc., donde explotan a niños y usan maquinaria pesada diésel que trabaja las 24 horas. Decía que los residuos de las nucleares, una vez depositados en los cementerios nucleares, son seguros y con el tiempo se reduce el nivel de contaminación. En cambio, las llamadas energías limpias contaminan más, los huertos solares y los aerogeneradores hacen que la fauna desaparezca, contaminan el paisaje... En el caso de España existen grandes cantidades de litio pero su extracción está prohibida. ¿Por qué? Es preferible comprarlo a Chile o Argentina y cobalto a la República Democrática del Congo. En fin, en cumbres del clima se publican los países que más contaminan, China, India, EE. UU., Rusia, Alemania, Italia, etc., representan más del 80% de la Tierra. Así pues, no les veo mucho futuro a las energías limpias, antes llamadas alternativas. Cuando se avería un vehículo eléctrico es remolcado por una grúa diésel, la sustitución de una batería puede costar entre 3.000 y 20.000 euros cada diez años. Lo siento, pero voy contra corriente.

Agustín Aznar Sánchez. ZARAGOZA

Sin hora de regreso

La madre, sin pronunciar palabra, mira a su hija a punto de salir de casa. No le pregunta cuándo volverá ni le advierte de que la esperará, ni le aconseja que no beba porque sabe que le contestará de malas formas. Sólo le pregunta si quiere que la vayan a buscar a la hora que diga, pero la niña no escucha. Quiere aparentar ser mayor. Con ropa escasa, pintada su carita de adolescente, con zapatos de tacón, cabello lacio hasta la cintura y un bolso colgado del hombro, coge las llaves de casa y el dinero que le ha dado su padre y sale dando un portazo. Se ha mirado en el espejo y no se gusta. Los pechos no le han brotado. Piensa que los chicos no se fijarán en ella. Desde detrás de la ventana ve la madre alejarse por la calle a su hija. Es media noche. El cristal de la ventana está frío, en la calle llueve. Un grupo de niñas la espera, sonrientes. Todas vestidas de igual manera. Se van alegremente hacia la fiesta. Para ellas no existe el horario de regreso.

Pilar Valero Capilla. ZARAGOZA

La bendición de los animales

Con respecto a la noticia aparecida en HERALDO el 18 de enero sobre la bendición de animales en la iglesia de San Pablo con motivo de la festividad de San Antonio, en la que se dice que es el único lugar en Zaragoza donde se realiza, quisiera puntualizar que también hubo un acto similar en la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, en la calle Juana de Ibarbourou, en el barrio de San José. La ceremonia fue, evidentemente, mucho más modesta y tuvo lugar en la entrada del templo sobre las 8 de la tarde, tras la misa. El párroco comenzó con unas lecturas de la Biblia alusivas al papel de los animales en el conjunto de la Creación y siguió con responsos, oraciones y hasta una breve homilía en la que apeló a la responsabilidad de los hombres con los animales como criaturas de Dios, y particularmente de los dueños para con nuestras mascotas. A continuación, provisto del correspondiente hisopo, el sacerdote procedió, con la aspersión del agua bendita, a la bendición propiamente dicha, uno por uno, de todos los animales presentes. Cabe decir, como anécdota, que el padre se aprestó a la tarea con tanto entusiasmo que la bendición también alcanzó, literalmente, a los dueños. Una vez más el Santo obró y reinó una razonable armonía entre todas las criaturas allí congregadas, por lo que el evento transcurrió en un ambiente festivo. Lamentablemente desconozco el nombre del cura que ofició, pero desde aquí quiero agradecerle, a él y a la Parroquia, este bonito detalle que han tenido, con la esperanza de que se pueda seguir repitiendo.

Antonio Granado González. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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