Obras sin acabar

Fotos del comienzo de las obras de la A-68 en Zaragoza.
Fotos del comienzo de las obras de la A-68 en Zaragoza.
Guillermo Mestre

Se adelantaba a finales de diciembre en HERALDO que, en la preparación de los Presupuestos generales del Estado, en el capítulo de inversiones en Aragón, se quiere potenciar la finalización de las obras públicas que llevan más retraso en la Comunidad. Retrasos arrastran prácticamente todas las obras que están pendientes de terminación.

Los Presupuestos se centrarían en las autovías y en la modernización de los ejes ferroviarios. Se acelerarían las autovías pendientes en Huesca, así como la A-68, que une Zaragoza con el Mediterráneo. También se invertiría en la mejora de la comunicación por tren entre Zaragoza y Sagunto y las autopistas ferroviarias a Algeciras y Tarragona.

Cuesta ser optimistas, porque se han producido muchos parones y retrasos de inversión. Muchos de esos proyectos son urgentes y los accidentes se encargan de recordarlo. La A-68 tiene una triste lista de fallecidos en los tramos de Zaragoza hacia el límite de Navarra y en los que comunican Zaragoza con Alcañiz. Hace unos días un tráiler impactaba de madrugada contra dos cocheras en la travesía urbana de Híjar, causando gran alarma e importantes daños materiales. Tal vez por la hora en que se produjo no hubo daños personales, pero no se puede olvidar que por esa travesía pasan cada día unos 6.000 vehículos. El alcalde ha vuelto a reclamar que se acometan las obras de la A-68 que afectan a Híjar, por el peligro que entraña este tramo.

No es exagerado decir que Aragón ha sufrido un maltrato histórico con las infraestructuras, lo que se ha puesto de manifiesto en los ritmos de realización de muchas obras. El mapa de ejecución de algunas autovías, por ejemplo, se ha convertido a veces en un auténtico galimatías, en una sucesión de tramos donde se iban alternando las distintas posibilidades: en servicio, en ejecución, pendiente de licitación o próximo inicio de obras. Ni haciéndolo a propósito, se conseguiría semejante dispersión en las obras.

Los alcaldes de Huesca, Monzón, Barbastro, Fraga, Jaca y Binéfar, las principales poblaciones de la provincia de Huesca, hacían balance recientemente de los proyectos pendientes en esa zona y urgían a que se acaben las autovías antes de 2030. Faltan siete años, pero no se ve fácil, por el ritmo llevado hasta ahora. Se trata de la A-21, la A-22 y la A-23, que tienen tramos sin finalizar después de más de veinte años de obras. 

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Carlos Sauras)

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