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Cartas al director de HERALDO: Un año trascendental para España

Pedro Sánchez, durante el pleno del Congreso reunido excepcionalmente en el Senado, que debate la convalidación de tres decretos del Gobierno con medidas para amortiguar la crisis
Pedro Sánchez
EFE/Rodrigo Jiménez

Un año trascendental para España

En el año 2024 se va a consumar, si entra en vigor la ley de amnistía, la claudicación del Estado de derecho, propiciada por el presidente Sánchez Pérez-Castejón, al acceder al chantaje separatista a cambio de unos pocos votos. Habrá hecho todo lo contrario a lo que se comprometió no hacer. 

No será un 'cambio de opinión' como dice para justificarse, será una traición a los españoles y, más concretamente, a los votantes socialistas que en él el depositaron su confianza y ha defraudado. Una vez más ha hecho lo que en él es habitual, mentir y engañar. Va a propiciar beneficios para unos delincuentes que intentaron romper España. Con su amnistía traiciona a las instituciones, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a todos aquellos que, cumpliendo con su deber, defendieron la Constitución y la integridad nacional. A cambio, los amnistiados ya dicen que lo volverán a hacer y que no hay arrepentimiento. Hasta los socialistas más sanchistas son conscientes de que el argumento que esgrime Sánchez de reconciliación y concordia no es creíble. Los españoles, hayan votado una u otra alternativa política, saben que el único motivo para conceder la amnistía ha sido el que le otorguen sus votos para mantenerse en el poder. Si se lo exigen no dudará en reunirse en el extranjero con un prófugo de la justicia, bien personalmente, o enviando a un sanchista de su confianza. También Bildu le ha humillado accediendo a la entrega del Ayuntamiento de Pamplona por sus votos y ya se verá que más a lo largo del año 2024. Ha negociado todo en la clandestinidad, al margen del PSOE y Congreso, con nocturnidad y alevosía. En definitiva, el año 2024 va a ser de mucha importancia o gravedad por sus posibles consecuencias para los españoles y para España.

Joaquín Mañeru López. ZARAGOZA

El 061 y la atención sanitaria

Jubilado tras trabajar en el 061, en un centro de salud y en ambulancia de transporte urgente, quisiera ayudar a que el sistema sanitario no colapse en épocas de epidemia. Es necesario reevaluar. CCU (Centro Coordinador 061): dotado de personal sanitario especializado y no sanitario instruido por el 061. Nadie debería ir al hospital sin llamarles antes para decidir qué es lo prioritario. Dirección Médica 061: ubicada en la sala del CCU para regular el funcionamiento del equipo y respaldar decisiones complejas en situaciones complejas. Se evitarían decisiones que se toman por miedo a acabar en los tribunales. Unidades de domicilio 061: bien dotadas (sanitarios, técnicos sanitarios y conductores formados como técnicos), turnicidad (plantilla estable y no dependiente de necesidades puntuales). Y siempre, sesiones clínicas (en horario laboral) en las que analizar el éxito o el error para valorar concordancia diagnóstica y mejorar. Hospital receptor: Considero que los sanitarios de domicilios deberían estar ubicados en los hospitales. Así, un paciente que rechaza la valoración en su cama y decide ir al hospital acabaría en manos del 061 y no de las urgencias del hospital. Ambulancias: abogo porque el 061 disponga de su propia flota y se coordine con otras unidades.

Emilio Guzmán Sánchez. ZARAGOZA

Cambio de año

Un año más, y ya paso de los sesenta, toca hacer balance y nuevos propósitos. Doce meses de esperanza e ilusión para hacer reales algunos cambios en nuestras vidas. Qué bonito queda eso de, por fin, dejar de fumar, o eso de ponerse a dieta tras las comilonas y sentadas del final de año y principios del siguiente. O bien, ponerse a tono, como si se tratase de un entrenamiento para un concurso de belleza. Y esto sin olvidarnos de que ahora sí que vamos a estudiar por fin el lenguaje de Shakespeare o el de Molière que tantas veces se nos han trabado. También puede ser hora de ponerse a ordenar esas colecciones que nunca acabamos, de sacar tiempo libre al trabajo para no caer en el estrés o en más de lo mismo, de dedicar más tiempo a los nuestros luchando contra esa maldita frase de «es que no tengo tiempo». Concluyendo, que nuestros buenos propósitos y enmiendas caerán, en su gran mayoría, en saco roto y quizás al año que viene digamos más de lo mismo. Y si no, tiempo al tiempo.

Juan José Mairal Herreros. SABIÑÁNIGO (HUESCA)

Tiritando al sol

Este título puede parecer una contradicción, pero en la Zaragoza invernal es real. El viento frío norteño, viniendo de altas latitudes, tras enfilar los montes vascos y seguir rumbo al sur, encuentra el obstáculo de la cordillera Ibérica y su máxima cumbre, el Moncayo, y no la atraviesa, sino que tuerce dirección sudeste, enfilando el valle del Ebro y llega a Zaragoza con mucha velocidad, metiéndose hasta los mismos huesos. Es un viento muy seco, por tanto, siempre lo acompaña el sol, el poderoso astro rey que pierde casi todo su poder al llegar a la capital aragonesa. El frío cierzo siempre le gana la partida, y los bancos de la ciudad están vacíos, la gente se refugia al calor de bares y cafeterías. Sólo cae simpático en verano, como mitigador de los calores. A Zaragoza se la suele llamar ‘la novia del cierzo’, pero yo prefiero más templadas compañías. Queda frío y queda invierno, pero desde marzo ya no habrá tiritonas al Sol. Paciencia. Todo llega.

Miguel Bretón Vallejo. ZARAGOZA

Enfermar en Soria

Vivo en Soria y el territorio pesa mucho en determinadas circunstancias, sobre todo cuando hablamos de sanidad. En 2021 me enfrenté al cáncer y tuve que recibir 28 sesiones de radioterapia en Burgos. Viajar de Soria a Burgos se convirtió en una auténtica tortura. Afortunadamente pude elegir la opción de viajar en coche particular acompañada de familia y amigos y no tuve que vivir en Burgos ni viajar en ambulancia. Asumí los gastos de los viajes al hospital de Burgos. Cuando terminé el tratamiento y fui a reclamar los pagos (por una cantidad irrisoria el kilómetro), me dijeron que al ser mutualista de Muface no me los pagaban. Me encuentro en la situación no elegida de pertenecer a Muface, ya que al ser maestra es una obligación. Después de trámites y papeleos, la Justicia de Soria ha dictaminado que debe ser Muface quien asuma los gastos, pero Muface dicta que el pagador debe ser la Seguridad Social. Quiero hacer pública la discriminación que sufrimos los pacientes de cáncer en la provincia de Soria, en mi caso doble discriminación. Por una parte, por no contar con este servicio en Soria y, por otra, por tener que costearme los viajes para el tratamiento por ser de Muface. Pagamos los mismos impuestos, pero hemos tenido la desgracia de enfermar en el territorio equivocado.

Ana Patricia Jambat Fábrega. SORIA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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