El reconocimiento del esfuerzo, la eficacia y la dignidad con que los hombres y mujeres que componen las Fuerzas Armadas desempeñan las misiones que tienen encomendadas, junto a la referencia a la Constitución como marco esencial de la convivencia entre los españoles fueron los argumentos principales del discurso del Rey en la celebración de la Pascua Militar. Un acto en el que por primera vez, con el uniforme de la Academia General de Zaragoza, participó la princesa Leonor, que da así un paso más en su incorporación a la actividad institucional como heredera de la Corona.

Doña Leonor, que el pasado 7 de octubre juró bandera en la Academia General Militar y el 31 del mismo mes juró ante las Cortes Generales guardar y hacer guardar la Constitución, estuvo ayer presente por primera vez en una de las ceremonias más tradicionales y significativas de la Corona, que expresa su vinculación con las Fuerzas Armadas que sirven con abnegación a la España democrática. Como destacó el Rey en su discurso, la tarea de los militares es indispensable para que España cumpla, junto a sus aliados, su compromiso con el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, en un mundo en el que los conflictos se suceden, y para la defensa de la nación y del ordenamiento institucional que los españoles se han dado a través de la Constitución de 1978 y que permite la convivencia democrática y garantiza los derechos de todos. Hay que recordar que los Ejércitos de nuestro país participan en este momento en diecisiete misiones fuera de nuestras fronteras y cuentan con el reconocimiento de la sociedad, que los valora de manera destacada entre las instituciones del Estado. Igual que en su mensaje de Nochebuena, don Felipe reiteró las referencias a la Carta Magna, cuyos preceptos y valores deben ser siempre la guía por la que se encaucen la vida pública y el pluralismo político.