Los santos del fin de año

Los últimos días del año tienen santos significativos.
Los últimos días del año tienen santos significativos.
Lola García

El santoral católico, de uso común en España por los más, creyentes o no, conmemora a un santo en su ‘dies natalis’, que es el de su muerte, cuando accede a la vida celeste y eterna. Las festividades de Jesús y de su madre, María, se organizan de otro modo. Al adoptar el 25 de diciembre para celebrar el nacimiento (Natividad) de Jesús, es obligado tomar el 25 de marzo como día en que el ángel anuncia (Anunciación) a María que va a ser madre de Jesús, de quien está encinta (Encarnación). Del calendario judío y de su ‘pesaj’ (‘pasja’, ‘pascha’, pascua) depende fechar cada año la muerte (Crucifixión) y retorno a la vida (Resurrección) de Jesús. La Semana Santa se mueve a compás de las fases lunares según el calendario judaico, que es lunar.

En la semana, además, hay tres sistemas distintos de cuenta. Cinco de sus días se dedican a dioses ‘paganos’: Luna, Marte, Mercurio, Júpiter y Venus; judío es el ‘shabbath’ (‘cesar’), día en que Yahvé ‘cesó’ la Creación; y es cristiano el día ‘dominical’ (domingo) o del Señor, sustituto del sábado. (El viernes estaba libre como día santo y lo cogió Mahoma).

La historia anual del cristianismo comienza con la Natividad. El Dios cristiano se ha convertido en hombre y vive sobre la Tierra. La fecha deslumbra litúrgicamente hablando, cobra especial brillo y se llama ‘pascua’ en el lenguaje común, como la Resurrección. ¡Felices Pascuas!, se oye todavía, junto a ¡Feliz Navidad!

No obstante ese brillo, los días que le quedan al año están dedicados a santos podría decirse que distinguidos.

El día 26 celebra a Esteban, el primer mártir cristiano, del cual se trata en los ‘Hechos de los Apóstoles’. Buen orador en griego (posiblemente, su lengua materna) y uno de los primeros siete diáconos de la nueva religión, fue muerto por lapidación judicial, es decir, en ejecución de una sentencia formal.

El 27 es para Juan, el apóstol hermano de Santiago e hijo de Zebedeo. Citado siempre en los primeros lugares, es testigo exclusivo, con Pedro y Santiago, de prodigios como la transfiguración de Jesús en el monte Tabor, la resurrección de una muerta o la agonía de su maestro en el huerto de Getsemaní. Es el ‘discípulo amado’, pues, en la cena pascual (Última Cena), reclinó su cabeza en el pecho de Jesús.

El día 28 es muy conocido por su faceta humorística. Se explica esta por la relación semántica directa que hay, en español, entre el ‘inocente’ que no peca, como el niño, y el que tampoco lo hace, pero por su simpleza. El simple hace tonterías como los críos, risibles para los demás. Herodes, rey idumeo de los judíos, fue un personaje temible y peligroso. Hay sabios que dan por legendaria la matanza de niños que ordenó y otros que la declaran verosímil: enterado de que en Belén ha nacido un descendiente de la dinastía davídica que puede acabar destronándolo, ordena matar a todos los neonatos del lugar. Hay quien ha estimado que, en una población como el Belén antiguo, de quizá un millar de habitantes, el número de esos niños varones pudo estar en torno a la docena. Los más no entran siquiera a considerar la posibilidad de saber algo sobre este suceso tan divulgado en la literatura y el arte. De origen hispano, como contó HERALDO hace años, en Sanare (Venezuela) se vive la vistosa fiesta, entre litúrgica y carnavalesca, de ‘La Zaragoza’, sin que nadie haya sabido dar razón solvente de ese nombre particular. Los ‘zaragozas’, numerados, son varones enmascarados y vestidos con atuendos polícromos y absurdos. Acuden a cientos, en honor de los inocentes de Belén, por considerarlos milagrosos.

El día 29 es san David. O sea, el rey David del Antiguo Testamento. Antes todo el mundo sabía que, en singular combate y armado de una honda de pastor, dio muerte al colosal Goliat, un hoplita filisteo, émulo del héroe homérico Aquiles, a cuyo mundo cultural pertenecía. Jesé, que vivía en Belén, fue padre de David. Este, homicida y adúltero, pero contrito por sus culpas, conquistó Jerusalén, en cuyo monte Sión fue sepultado, según la Biblia. Es importante para los cristianos por ser ancestro directo de Jesús, al serlo de José, esposo de María.

Los días 30 y 31 son para dos papas antiguos. Félix I pasó por ser quien legisló sobre los altares martiriales (aras) en que se debía celebrar la misa. Murió en 274, el 30 de diciembre. Silvestre vivió bajo Constantino el Grande, personaje complejo de cuya glorificación se ocupó siempre el papado, pues se siente en cierto modo su sucesor. Dio libertad a los cristianos y al obispo de Roma, propiedades valiosas, como Letrán, que aún es la catedral de Roma. Murió el 31 de diciembre del 335.

El natalicio de Jesús, el protomártir por Jesús, el discípulo amado de Jesús, los niños mártires paisanos de Jesús y el ancestro regio de Jesús. Más dos singulares vicarios suyos. Aunque la Navidad los oscurezca, son una notable y curiosa despedida del calendario romano para el año.

Ojalá el que viene sea propicio.

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