Cambios en el Gobierno
La remodelación ministerial exigida por la marcha de Nadia Calviño al Banco Europeo de Inversiones ha sido aprovechada por el presidente Sánchez para subrayar el perfil político de partido de su Gobierno. El Ministerio de Economía lo desempeñará un técnico con una sólida trayectoria funcionarial, pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que es también vicesecretaria general del PSOE, se convierte en primera vicepresidenta del Gabinete y, como tal, en coordinadora de todo el equipo económico
Carlos Cuerpo sustituye a Calviño como ministro de Economía, Comercio y Empresa, pero no hereda la vicepresidencia primera que le correspondía a su antecesora. Cuerpo, economista del Estado, ha desarrollado una larga carrera con puestos de relevancia tanto bajo gobiernos del PSOE como del PP. Es un técnico con buenas credenciales, aunque no aporta al Gabinete el peso que tenía Calviño con su trayectoria en la Unión Europea. Pero la clave política de la remodelación está en el ascenso de María Jesús Montero, persona políticamente próxima a Pedro Sánchez, que ya la eligió para ser su segunda en la dirección del Partido Socialista. Montero mantiene la cartera de Hacienda -desprendida de las competencias de Función Pública, que pasan al ministerio que dirige José Luis Escrivá- y sustituye a Calviño en la vicepresidencia primera. Un puesto fundamental, tanto por la importancia política de ser la número dos del Ejecutivo como por la misión esencial de coordinar la actividad de todos los ministerios del área económica. Sánchez refuerza así el vínculo entre la dirección del PSOE y el Gobierno, tal vez pensando en la defensa de sus posiciones frente a las duras críticas del Partido Popular, durante una legislatura en la que las secuelas de sus pactos con los separatistas pueden enrarecer y crispar todavía más el clima de la política española.
