Por
  • EDITORIAL

El PSOE cruza otro umbral

Pleno del Ayuntamiento de Pamplona en el que una moción de censura ha convertido a José María Asirón en alcalde.
Pleno del Ayuntamiento de Pamplona en el que una moción de censura ha convertido a José María Asirón en alcalde.
Eduardo Sanz / Europa Press

Al votar ayer a favor de José María Asirón para convertirlo en alcalde de Pamplona, el Partido Socialista ha cruzado un umbral que la ética, la dignidad política y la sensatez hubieran debido impedirle traspasar.

 Los socialistas navarros ya habían aceptado como normal recibir el apoyo de los herederos de ETA para gobernar la Comunidad Foral. Ahora le dan otro giro a la tuerca del despropósito al entregarles la alcaldía de la capital. Pedro Sánchez y su partido se han puesto en manos de los secesionistas y ahora consolidan una indecorosa alianza con quienes nunca han condenado el terrorismo etarra.

Cuando Cristina Ibarrola, de UPN, apenas llevaba seis meses como alcaldesa de Pamplona, argüir como excusa su mala gestión, como ha hecho el PSOE, resulta altamente inverosímil. Más lógico es pensar que al entregar a Bildu la alcaldía de la capital navarra los socialistas están saldando la deuda contraída por el apoyo de los abertzales a la investidura de Pedro Sánchez. Un pacto indigno con quienes todavía se niegan a condenar sin ambages los crímenes de los terroristas que precisamente ensangrentaron con especial saña la Comunidad Foral. El acercamiento del Partido Socialista a Bildu viene ya de lejos, pues en 2019 fueron los votos de la formación filoetarra los que convirtieron a María Chivite en presidenta de Navarra, y, por más que lo quieran negar, deja abierta la puerta a posibles acuerdos entre los dos partidos tras las elecciones vascas. Y compromete al PSOE en el blanqueamiento de una fuerza política que, aunque sea legal, está muy lejos de haberse ganado la respetabilidad dentro del sistema democrático. La deriva en la que Sánchez ha metido a su partido con los peligrosos pactos que ha cerrado con el secesionismo escandaliza a muchos españoles, y pone en cuestión la función que el Partido Socialista tiene que desempeñar como uno de los pilares que sostienen el marco de convivencia que representa la Constitución.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión