El balance del presidente
Ante un 2024 lleno de incertidumbres en el aspecto económico, el Gobierno decidió ayer mantener algunas de las medidas adoptadas para aliviar los efectos de la inflación y comenzar una retirada gradual de otras.
El presidente Sánchez, además, aprovechó su última rueda de prensa del año para elogiar su propia gestión y para presentarse a sí mismo como víctima de los malos modos de la oposición, eludiendo reconocer cómo sus propias maniobras han contribuido a tensar y polarizar la vida política española durante el año que está a punto de terminar.
El Gobierno mantendrá en el primer semestre de 2024 la rebaja en el IVA de algunos alimentos y prorroga también las subvenciones al transporte público. Sin embargo los consumidores comenzarán a notar ya en enero la subida del IVA y otros impuestos de la electricidad y el gas, cuyos precios se han moderado a lo largo de 2023 pero podrían sufrir repuntes en función de una inestable situación internacional. Comienza pues, aunque gradualmente, la retirada de las medidas adoptadas para paliar los efectos de la crisis inflacionista que estalló en 2022. En todo caso, las medidas anunciadas ayer no son suficientes para encubrir las graves cuestiones políticas que pesan sobre el nuevo Gobierno de Sánchez. El presidente eludió ayer dar razón de los asuntos relacionados con sus pactos con los independentistas, mientras hacía un balance triunfalista de su propia gestión y achacaba a la oposición -al PP y a Vox- la responsabilidad absoluta del clima de acritud que envuelve la política española. Llegó incluso a presentarse como víctima de la polarización, e incluso de acoso, cuando hace apenas unos días él mismo se anunciaba como ‘muro’ para contener a la derecha. Pedro Sánchez cierra un año en el que su voluntad de mantenerse en el poder le ha llevado a entrar en un terreno peligroso y ha tensado de manera innecesaria la política nacional.
